Página 254 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional

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tomadas por el enemigo, si se hallan de nuevo bajo el poder
de la nacin a que pertenecan, son restituidas a su estado
primero. En este caso, el pblico i los jiarticulares vuelven al
goce de los derechos ele que habian sido despojados jxr el ene
migo: las personas recobran su libertad, i las cosas retornan a
sus antiguos dueos.
Esto, sin embargo, no se extiende a los prisioneros de guerra
sueltos bajo palabra de honor.
Volver las cosas al pioder de nuestros aliados es lo mismo
que volver al nuestro. Pero debe advertirse que el territorio
de una potencia meramente auxiliar i que no hace causa comn
con nosotros (cuya distincin se manifestar despus) se reputa
territorio neutral.
El derecho ele postliminio, por lo tocante a las personas,
tiene cabida en territorio neutral. Si sucede, pues, que un
prisionero de guerra sale del poder de su enemigo, aunque
haya logrado su escape faltando a su palabra ele honor, no
pincele ser reclamado ante las jiotencias neutrales. I si el ene
migo trae sus prisioneros a jiuerto neutral, jiuede quiz tener
los asegurados a bordo de sus naves armadas, cjue por una
ficcin legal se estiman territorio suyo, pero no tiene accin
ni derecho alguno sobre ellos, desde que piisan la tierra.*
Por lo tocante a las cosas, el derecho de piostliminio no
tiene cabida en el territorio de los piueblos neutrales, jiara cada
uno de los cuales el apresamiento de hecho, ejecutado segn
las leyes de la guerra, esto es, el apresamiento de jirojiiedad
enemiga en guerra lejtima, ejecutado sin infraccin de su
neutralidad, es un apresamiento de derecho.
Resta fijar los lmites del derecho de postliminio relativa
mente a su duracin.
El derecho que el enemigo tiene sobre los prisioneros que
han cado en su poder, no jiuede ser trasferido a un neutral.
Desde que salen ele manos del enemigo, o desde el tratado de
paz, recobran su libertad personal. Por consiguiente, puede
decirse cjue el derecho de jiostliminio no expira jamas relati
vamente a las piersonas.
* Kent, Comentarios, parte I, leccin 5.