Página 247 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional

218 DERECHO INTERNACIONAL
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Hai entre los soberanos de Europa, i aun entre los jenerales,
una especie de convencin tcita de respetarse mutuamente
en la guerra. El sitiador suele enviar algunas veces provisiones
frescas al jefe sitiado, i es costumbre no hacer fuego hacia la
piarte donde est el rei o jeneral enemigo. Pero esta esjiecie de
cortesa caballeresca no es obligatoria, i nada tendra de razo
nable con un usurpador o un tirano que, por contentar su am
bicin, asuela i extermina los pueblos.
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Se trata ahora de examinar s se puede emplear toda especie
de medios para quitar la vida a un enemigo.
Es lejtimo el asesinato en la guerra? Primeramente debe
mos fijar la significacin de esta palabra, distinguiendo el ase
sinato de las celadas i sorpresas cjue el estado ele guerra hace
lcitas. Introducirse, pior eje m jilo, en el camjio enemigo por la
noche, penetrar en la tienda del prncipe o jeneral i matarle,
no es criminal en una guerra lejtima. El ejecutor de un hecho
semejante tiene necesidad, para llevarlo a cabo, de mucho va
lor i presencia de nimo, i se expone a ser tratado con la ma
yor severidad por el enemigo, en quien es lcito escarmentar
con rigorosas penas a los atrevidos que emjilean tan pieligrosos
medios. Pero es mucho mejor no hacer uso de ninguna espe
cie de hostilidad que ponga al enemigo en la precisin de em
plear medidas extraordinariamente severas para precaverla.
Se llama, jiues, asesinato el cjue se comete alevosamente, em-
plando traidores, subditos del mismo a cjuien se da la muerte
o de su soberano, o valindonos de emisarios que se introducen
como desertores, como desterrados que busean asilo, como men
sajeros, o a lo menos como extranjeros. La frecuente rejieticion
de esta esjiecie de atentados introducira la desconfianza mu
tua i la alarma en todas las relaciones sociales, i sobre todo,
pondra trabas innumerables en las comunicaciones entre los
belijerantes. De aqu es cpue la opiinion unnime del jnero bu-