Página 252 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional

224 DERECHO INTERNACIONAL
soldado adcjuiere con un ttulo mucho mas justo lo que toma a
las tropas enemigas en las descubiertas i en otros j eneros de
servicio, excepto las armas, municiones, convoyes de pirovision
i forraje, que se aplican alas necesidades del ejrcito.
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Si es lcito arrasar los sembrados de que el enemigo saca
inmediatamente su subsistencia, no lo es arrancar las vias i
cortar los rboles frutales, porque esto sera desolar el pas para
muchos aos, i causarle estragos cjue no son necesarios piara
el fin lejtimo de la guerra. Semejante conducta parecera mas
bien dictada por el rencor i por una ciega ferocidad, que por la
prudencia.
A veces, es verdad, el terrible derecho de la guerra permite
talar los campos, saquear los pueblos, llevar por todas partes
el hierro i el fuego, pero solo para castigar a una nacin injus
ta i feroz, o para oponer una barrera a las incursiones de un
enemigo que no es posible detener de otra suerte. El medio es
duro, pero por cpu no ha de emplearse contra el enemigo,
para atajar sus progresos, cuando con este mismo objeto se
toma a veces el partido de asolar el territorio propio?*
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Se debe en todo caso respetar los templos, los palacios, los
sepulcros, los munumentos nacionales, los archivos, en suma,
todos los edificios pblicos de utilidad i adorno, todos aquellos
objetos de que no se puede privar al enemigo sino destruyn
dolos, i cuya destruccin en nada contribuye al logro del fin
* En el sitio do las plazas, es permitido quemar los suburbios. Lo
es igualmente tirar a los parajes en quo estalla un incendio, para que,
propagndose el estrago, apresure la rendicin. Pero no deben diri
jirse los tiros a los campanarios, salvo que la guarnicin se valga de
ellos para hacer seales o para otros actos de hostilidad. En las ciu
dades sitiadas, se debe tener cuidado de parar los relojes de las torres;
si n, al tiempo de la rendicin, pertenecen al vencedor; bien que es
costumbre rescatarlos. (Schmalz, libro VI, captulo 4.)