Gilberto Aranda y Luis Palma
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Mesopotamia, las operaciones militares continuaron y Bagdad se rindió el
11 de marzo de 1917. Mientras que los ejércitos rusos se encontraban
presionando a las ciudades de Kirkuk y Mosul, finalmente los británicos
ocuparon todo el territorio de lo que sería más tarde Irak.
Intercambio epistolar entre McMahon y Hussein
Cuando la guerra contra el Imperio Otomano se veía inminente,
Kitchener instruyó a su gente en El Cairo para que retomaran los contac-
tos con Abdullah, hijo del Jerife Hussein de La Meca, a fin de que le
expresaran, si los árabes ayudaban a los británicos en la guerra, Gran
Bretaña los protegería de las acciones de los turcos. Esta negociación se
realizó por intermedio de cartas que se enviaron entre el Alto Comisiona-
do británico en Egipto, Sir Henry McMahon y el Jerife Hussein. El perío-
do de esta correspondencia tomó ocho meses y se cursaron diez cartas
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.
Las negociaciones culminaron con el acuerdo de una alianza militar pero
con un ambiguo entendimiento político sobre los territorios que Gran Bre-
taña reconocería para los árabes.
La primera carta de fecha 14 de julio de 1915, firmada por Abdullah
(hijo del Jerife Hussein), está dirigida a Ronald Storrs en El Cairo. Entre
sus párrafos más importantes se han seleccionado los siguientes: «En vista
de que toda la nación árabe, sin excepción alguna, se ha decidido en estos
últimos años a vivir, a obtener su libertad y a tomar las riendas de su
destino… solicita al Gobierno de Gran Bretaña, si podría considerar para
su aprobación, a través de su delegado o representante, las siguientes pro-
posiciones fundamentales… Primero: Inglaterra reconoce la independen-
cia de los países árabes limitando al norte con Mersina y Adana hasta el
37 grado de latitud, en el cual quedan Birijik, Urfa, Mardin, Midiat, Jezirat
(Ibn Umar), Amadia, hasta la frontera con Persia; en el este con la frontera
con Persia hasta el golfo de Basora; en el sur con el océano Índico, con
excepción de la situación de Aden que permanece tal cual; en el oeste por
el mar Rojo, el Mediterráneo hasta Mersina. Inglaterra aprueba la procla-
mación de un califato árabe del Islam. Segundo: El gobierno Árabe del
Jerife reconoce que Inglaterra tendrá preferencia en los países árabes en
todas las empresas económicas siempre que las condiciones de las empre-
sas sean equitativas. Tercero: Para la seguridad de esta independencia
árabe y la certeza de tal preferencia de las empresas económicas, ambas
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De estas cartas solo se han seleccionado los párrafos más relevantes para el
propósito de estudio.