Iniciativa Latinoamericana para el avance de los Derechos Humanos de las Mujeres II - page 37

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avanzado muchísimo y mientras otros no lo han hecho
66
. Lo interesante es que, en
términos de resultados, estos mecanismos han arrojado diferencias positivas de los
países que tienen cuotas sobre aquellos que no las tienen. En términos del análisis
político, por otro lado, las cuotas han contribuido a ampliar el debate sobre la
democracia y la ciudadanía. Una consecuencia de esto último es la discusión que se
ha originado respecto de la paridad en la representación de mujeres y hombres.
La paridad es considerada la concreción real de la igualdad. Dicho de otro modo,
es la incorporación de la diferencia a la democracia y la expresión más universal
de los derechos políticos. Al respecto el Observatorio de CEPAL sobre igualdad de
género ha definido que una ciudadanía paritaria se sostiene en tres pilares, los que
en conjunto contribuyen a la autonomía de las mujeres en la vida privada y pública:
la capacidad para generar ingresos propios y controlar activos y recursos (autonomía
económica), el control sobre su cuerpo (autonomía física) y su plena participación
en las decisiones que afectan a sus vidas y a su colectividad (autonomía en la toma
de decisiones).
Sabemos que dentro de las barreras que las mujeres enfrentan para participar en
el ámbito público y acceder al poder político, sigue estando en primera línea la
vida privada. No hay duda que la responsabilidad de las mujeres en el ámbito
reproductivo y del cuidado es una limitante para su desarrollo como ciudadanas
plenas.
¿Qué pasa con los espacios privados y públicos en el
caso de las mujeres indígenas?
Durante décadas, la antropología indagó en el parentesco, mostrando a las mujeres
como “meros objetos de intercambio de sus capacidades reproductivas entre
hombres”
67
. Según Verena Stolcke, ha habido errores conceptuales a la hora de
usar el término género en este tipo de investigaciones. Se ha descuidado su carácter
relacional entre hombres y mujeres, es decir, como identidades que se construyen
recíprocamente en un contexto determinado. Precisamente, este carácter relacional
del género es lo que permite estudiar las relaciones culturalmente diversas de poder
y de dominación constitutivas de las identidades y sistemas de género
68
.
66 Al respecto se recomiendan las investigaciones coordinadas por Line BAREIRO e Isabel TORRES
“Igualdad para una democracia incluyente” del Instituto Interamericano de Derechos Humanos
y por Marcela RÍOS “Mujer y política. El impacto de las cuotas de género en América Latina” de
FLACSO, ambos textos del 2009.
67 STOLCKE Verena. Antropología del género.
Op. cit
, p. 335.
68
Ibid.
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