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Ética en la publicación de los resultados de la investigación
Estos hechos, sumados al crecimiento no-
table del volumen de los ensayos contro-
lados aleatorizados (
randomized controlled
trials
), plantean desafíos éticos que se agre-
gan a los tradicionales en la práctica de la
publicación biomédica. Por de pronto, la
calidad de los informes requiere aún ma-
yor escrupulosidad desde el punto de vis-
ta técnico
(2)
. Pero, además, la publicación
de estos estudios tiene un impacto directo
sobre los intereses económicos, tanto de
las empresas como de los investigadores.
Junto con el contexto del descubrimiento
y el contexto de la justificación, tradicio-
nales aspectos del trabajo científico, es
necesario ahondar en el “contexto de la
publicación”, sin el cual todo esfuerzo ge-
nerador de conocimientos queda trunca-
do
(3)
.
La legalidad ha sido tradicionalmente res-
ponsabilidad de autores y editores. Aun-
que los patrocinadores se interesan por la
calidad de los estudios que apoyan, las
consideraciones de orden ético, derivadas
de la forma en que actualmente se finan-
cia y difunde la información, merecen una
discusión especial. Numerosas publicacio-
nes reflejan la importancia y pertinencia
de tal discusión y son de singular interés
en el contexto de las naciones de América
Latina y el Caribe
(4)
.
Un tema ampliamente debatido se rela-
ciona con el llamado “sesgo de la publica-
ción”. Aunque no es privativo de la pro-
ducción médica financiada por la
industria, el hecho de que los resultados
negativos sean generalmente omitidos y los
positivos se informen de forma redundante
es un punto de interés. Por una parte,
puede entenderse que la industria no de-
see ver desprestigiados sus productos por
publicaciones que indican su eventual in-
utilidad o su modesta eficacia. Por otra,
los editores suelen ser renuentes a publi-
car resultados que no conducen a conclu-
siones firmes. El problema ético se plan-
tea cuando del conjunto de las
publicaciones se desea derivar pruebas
empíricas de eficacia. Al no disponerse de
la totalidad de la información sobre un de-
terminado producto, las conclusiones –y, por
ende, la práctica– pueden verse afectadas.
La publicación de resultados que solamen-
te repiten lo ya conocido afecta especial-
mente a los investigadores jóvenes o de
instituciones poco acreditadas, y obliga a
reflexionar sobre el sentido del término
“investigación médica” en ciertos contex-
tos. En todo caso, si un resultado ha sido
previamente publicado en forma diferen-
te de una presentación preliminar, ello
debe comunicarse en el nuevo texto.
La industria farmacéutica de frontera,
aquella que invierte en el desarrollo y la
investigación, suele tener rigurosos están-
dares éticos para la conducción de los es-
tudios. No es infrecuente en países con
reglamentaciones laxas o imprecisas que
se tomen tales estándares por suficientes y
que no se sometan a examen por parte de
los comités locales de ética. Tal postura es
inadecuada, toda vez que un principio
esencial de la supervisión en materia de
ética es que la lleve a cabo un cuerpo in-
dependiente de evaluadores, que conozca
el entorno concreto en que se realizará el
estudio y que tenga en cuenta los factores
culturales y sociales pertinentes.
Puede malentenderse el apoyo de la indus-
tria y suponerse que, siendo la patrocina-
dora, influya sobre la forma y profundi-
dad de la presentación pública de los
estudios. Si bien los fabricantes de un pro-
ducto pueden solicitar que pase un tiem-
po razonable antes de que se publiquen
estudios basados en él, la propiedad de la
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