104 Investigación en Salud. Dimensión Ética
Esto no implica, sin embargo, conceptos
absolutos mutuamente excluyentes. Las
funciones estructurales identifican tam-
bién áreas programáticas y los campos de
actuación específicos conllevan, a su vez,
un significado funcional evidente. Algu-
nos pueden ser tan importantes para la sa-
lud pública en situaciones concretas que
se imponen como esenciales. En realidad,
siempre habrá un equilibrio entre los dos
tipos de actuaciones, aunque con la pri-
macía de las funciones estructurales.
En las sociedades mejor estructuradas, que
cuentan con una infraestructura institu-
cional de salud consolidada y eficaz, las
funciones genéricas o estructurales son,
generalmente, suficientes para responder
a necesidades específicas y para solucio-
nar problemas. En cambio, en aquellas con
riesgos y daños colectivos importantes y
prioritarios para la salud pública, con una
base institucional débil y poco eficaz, pue-
de ser necesario, además, considerar una
mayor presencia de funciones específicas
o programáticas que conforman una ca-
pacidad de respuesta directa a las necesi-
dades prioritarias de la población
(5)
.
Valores y principios bioéticos en
salud pública
1
Debe tenerse presente que la relevancia y
aplicación de valores, principios y reglas
puede diferir según el contexto cultural,
económico, social y de trabajo concreto
en que ellos sean formulados, sin que es-
tas diferencias impliquen negar su carác-
ter universal. Así, por ejemplo, es necesa-
rio distinguir un contexto de investigación
de uno de intervenciones sanitarias. In-
cluso, la definición misma de “investiga-
ción” puede variar según la cultura, la tra-
dición y la sociedad de que se trate. En
ocasiones la distinción no es sencilla. Es
el caso, por ejemplo, del necesario moni-
toreo o vigilancia (
surveillance
) que la au-
toridad sanitaria requiere para tomar de-
cisiones. Sólo la intención permite
diferenciar la recolección de informacio-
nes en ese contexto de un proyecto inves-
tigativo. No obstante, los riesgos asocia-
dos a la posible violación de la dignidad y
la confidencialidad son muy semejantes.
La salud no es solamente un concepto des-
criptivo. Está fuertemente cargado de con-
notaciones valóricas. En muchos círculos
se prefiere reemplazarlo por el concepto
de “calidad de vida”, aparentemente más
neutral
(6)
. Aparte estas precisiones, toda
intervención sobre personas –con fines
investigativos, curativos o preventivos–
suele tomar en cuenta diversos aspectos:
Dignidad de la vida humana
. Con dis-
tintos énfasis, este principio aparece
formulado en prácticamente todos los
documentos y declaraciones interna-
cionales. El término “dignidad” inclu-
ye el respeto a la vida en todas sus for-
mas, sin distinciones de ninguna
especie y sin limitaciones temporales.
Autonomía y libertad de elección
. La au-
tonomía es uno de los principios con-
sagrados por el Informe Belmont, de
1979, y puede entenderse, esencial-
mente, como la posibilidad de las per-
sonas de regir sus vidas de acuerdo a
sus convicciones, en la medida en que
ello no sea socialmente disruptivo.
Halla expresión en las reglas relativas
al consentimiento informado, para in-
tervenciones o manipulaciones, y en
la libertad de elección cuando hay cur-
sos de acción alternativos.
1
Para un mayor detalle sobre la definición y fun-
ción de la bioética, ver la Introducción de este
mismo manual.
1...,94,95,96,97,98,99,100,101,102,103 105,106,107,108,109,110,111,112,113,114,...391