115
Casi no cabe dudar que la personalidad central de la “escuela de Heidel-
berg”, según Laín, sea Viktor von Weizsäcker. Sus abundantes escritos, su
talento para la narración, su temprana familiaridad con la fase expansiva
del psicoanálisis freudiano, su vinculación de campos disociados entonces,
como la seguridad social y la clínica médica, unidos al influjo sobre un
grupo de entusiastas discípulos, hacen su figura digna de recordación y
análisis. Ya en 1927, en un artículo que escribiera para “
Die Kreatur
”, la
revista que en conjunto con Martin Buber y Joseph Wittig dirigiera, había
escogido hablar de medicina antropológica en lugar de medicina psicoso-
mática. Indicaba así que lo psicosomático era una estación en el tránsito
hacia una medicina de la persona y por la persona, en la que se destacaba
su raigambre humanista y su aspiración antropológica. La evolución debía
completarse con una auténtica antropología médica, esto es, una disci-
plina en la que prevaleciera el horizonte antropológico del arte de curar,
ya no como trasfondo sino como esencial preocupación. En sus últimos
escritos, por ejemplo la “
Pathosophie
”, von Weizsäcker sale de los cauces
habituales de la literatura médica y aborda los problemas relacionados con
la moral, la fe y la sociedad.
Sus relaciones con el psicoanálisis freudiano merecen mención, pues a
Sigmund Freud envió el manuscrito que luego se convertiría en el libro
Körpergeschehen und Neurose”
, de 1932. Recibió de Freud una respuesta
que indica la divergencia, pues en ella se advierte que los psicoanalistas
que entonces se formaban debían mantenerse alejados del cuerpo-objeto
de la fisiología y concentrarse en las pulsiones y dinámicas del aparato psí-
quico. Sin duda alguna, las lecturas psicoanalíticas de von Weizsäcker le
llevaron a apreciar la importancia de la vivencia y el lenguaje en cualquier
teorizar sobre lo humano y le permitieron reforzar la noción de que en
el fondo todas las ciencias, las creencias y la filosofía, según el
dictum
de
Goethe, confluyen en un solo punto, aunque parezcan separadas como
oficios. Hablaba también de una ciencia virtuosa y consideró alguna vez al
psicoanálisis como una “ciencia moral” prefigurando uno de los temas, ya
tópico en su obra, cual es la moral práctica y la reflexión ética.
1...,106,107,108,109,110,111,112,113,114,115 117,118,119,120,121,122,123,124,125,126,...148