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mirada histórica del devenir personal reconstruido en el encuentro entre
médicos y dolientes.
Podría afirmar, si no me inhibiera la ausencia de una demostración más
palpable, que en la tradición de Heidelberg se aprecia un fructífero con-
trapunto entre esas dos dimensiones de la “historia clínica” que con tan
magistral mano recreara Laín Entralgo: la individualizante, que lleva a
recrear una biografía (una patografía, en sentido estricto), y la específica,
que reconstruye la realización de una entidad mórbida en un individuo
particular (una
species morbosae
, al decir de Sydenham). En las “menta-
lidades” que según el maestro madrileño jalonan la historia de la medi-
cina, sin duda alguna que Heidelberg no sólo representa la introducción
del sujeto en la medicina –como dijeron sus epígonos– sino especial-
mente el sujeto humano bajo la forma de persona. De allí la justeza de
la denominación de esa mentalidad como “antropopatológica” o, más
simplemente, “antropológica”. No debe olvidarse que en la construcción
de una medicina dialógica, en el sentido de una praxis comunicativa se-
gún Habermas, el pensamiento médico recorrió las mentalidades anato-
moclínica, fisiopatológica, etiopatológica, biopatológica (con la noción
de organismo, especialmente en la obra de Kurt Goldstein), para llegar
finalmente a esta concepción cualitativamente distinta de la medicina
como una ciencia de acciones humanas. En otro lugar me he referido a las
sucesivas conquistas del espacio, del tiempo y de la persona
106
, siguiendo
laxamente a Foucault, y me asombra comprobar cómo, heredando una
tradición compleja, nunca supe desglosarla en sus constituyentes esencia-
les y que ahora, en este ejercicio reconstructivo de mi personal trayectoria
(mis
Lehrjahre
y mis
Wandeljahre
, que quizá alguna vez sean rubricados
por unos
Meisterjahre
), se me aparece con tal claridad. Casi podría decir
que doy sentido, retrospectivamente, a mis afanes investigativos y docen-
tes en la fisiología, la psiquiatría, la medicina psicosomática y la bioética
gracias a la oportunidad de reconstruir mi biografía intelectual.
106 Cf. Lolas, F. Del espacio, el tiempo y la persona (1974). En
Notas al Margen. Ensayos
.
Editorial Cuatro Vientos, Colección Travesía, Santiago de Chile, 1985, pp. 67-72.
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