Página 617 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional
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DERECHO
INTERNACIONAL
una
poltica
tmida;
hoi
no
hai
el
menor
motivo
de
pensarlo.
Nuestros
plenipotenciarios podrn
presentarse
ante
el
trono
de
nuestros
antiguos
tiranos
con
la
frente
erguida,
sosteniendo
una
causa
cpue
a su
incontestable
justicia
aade ahora el
pires-
tijio
ele la
victoria.
11
El
Filopolita
ridiculiza el
proyecto
de
la
misin
a
Espaa
como
una
de
aquellas
ideas
absurdas
i
frivolas que solo
mere
cen
ocupar la
atencin
de
los
nios.
Las
razones
en
cjue
se
funda,
despiues
de
cernidas
i
separadas
de
las
amplificaciones
retricas
i
de
todo lo que jiara el
raciocinio
es
pura
jiaja,
aun-
cjue
j>ara
divertir
i
deslumhrar
no
lo
sea,
se
reducen
a una
sola:
somos
Independientes
de
hecho;
el reconocimiento
de
la
Espiaa
no
nos
da ttulo
alguno
de
lejitimacion
cjue
haga
mas
tranquilo
i seguro
el
goce
de
nuestra
independencia.
Pero
es
cierto
cjue
este
reconocimiento
no
producira
nin
gunos
efectos reales?
Sera
sin l
recibida
nuestra
bandera
en
todos
los
puertos
de
Europa?
Podemos
tratar
con
cualcjuiera
de las
otras
naciones sin
embarazo?
Tenemos
expeditas
nues
tras
comunicaciones
aun con
la
Santa
Sede?
Es
verdad
quo
las naciones
de cjue
mas
podemos
necesitar,
o
cpue
jiueden
tener
mas
influjo
en
nuestros
neg.
icios,
nos
han
reconocido.
Pero
qu
reconocimiento!
qu
tratados los
cjue
han
ajustado
con
algunas
de
ellas los
americanos!
A
nosotros
no
nos
jiarece
cierto
que ocujiemos
en
la
jerarqua poltica,
como
dice
El
Fi
lopolita,
un
lugar
semejante
al
de
los
dems
piueblos
de
la
tierra
cpue
se
llaman
naciones.
Los
Estados
Unidos
de
Amrica
son acaso
la nica
pioUmcia
cjue
nos
ha
reconocido verdadera
i
cordialmente;
i
sin
embargo
aun
los
Estados
Unidos
de Am
rica
se ven
en
la
necesidad
de
reconocer,
ostensiblemente
a
lo
menos
(i
aqu
lo
ostensible
es
lo
real),
los
derechos
de sobera
na
de
la
Esjiaa.
Los Estados
Unidos,
cjue
probablemente
re
sistiran
cualquiera pretensin
ambiciosa de las
otras
piotencias
sobre la
Amrica,
serian
meros
esjiectadores
ele
las tentativas
de
Esjiaa.
Lo
mismo haran
a
su vez
la
Inglaterra
i
la Fran-
