Página 612 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional

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dos precisos e indefectibles, este es un defecto inherente a la
materia, necesario, irremediable. Pero, provenga ele lo que se
cjuiera, cjun ha pretendido jamas avasallar la razn a ningu
na autoridad humana, pior elevada cpue sea?
El Mercurio se lisonjea ele hallar una garanta suficiente
contra los abusos del poder, del poder armado con el derecho
de intervencin en su mas peligrosa latitud. Esta garanta la
encuentra en la opinin del mundo, expresada en parlamen
tos, bolsas, clubs, juntas populareis, peridicos, etc. Pero abra
mos los ojos, apreciemos los hechos. La opinin del mundo,
expresada de ese modo, es una hidra cjue con cada una ele sus
cabezas proclama un pirincipiio verdadero o falso, una pasin
ignoble o jencrosa, un inters cjue puedo coincidir con el de la
humanidad o serle contraro; la lejitimidad monrquica en
Viena, la omnipotencia democrtica en Washington; el sufrajio
universal ac, el socialismo all; tarifas altas, protectoras ele
las manufacturas domsticas, dicen unas; tarifas bajas, protec
toras ele la agricultura nacional, resjionden otras; las mqui
nas fomentan la riqueza i felicidad de los pueblos, claman
stas; las mquinas hacen la miseria del pueblo, clamorean
aepullas: nada que no se controvierta, desde los jirimeros pirinci-
jiios hasta las ltimas consecuencias; aun en cuestiones de in
ters material, sujetas a la exjieriencia i al clculo. I sern
las materias ele poltica externa en las que el mundo se pro
nuncie uniforme i constantemente a favor ele la buena causa?
Vuelva El Mercurio al punto de partida, la expedicin de
Flores, i srvase responder a este dilema: si la opinin del
mundo no se ha declarado contra un atentado tan escandaloso,
no existe tal garanta; i si se ha declarado, i no se ha resjieta-
elo su fallo, la garanta es impotente. El Mercurio se remon
ta a las nubes, i no le merece la menor atencin lo cjue esta
mos viendo i jialpanelo. La opinin del mundo hace justicia,
no lo negamos; jiero un jioco mas tarde. El mundo ha hecho
justicia a la despedazada Polonia: t qu es do Polonia? Qu
han dado a ese pueblo heroico las simpatas del mundo? Un
epitafio honroso.
Cuando escribimos nuestro primer artculo sobre interven-