Página 604 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional

594 DERECHO INTERNACIONAL
to. La Gran Bretaa ignoraba el descubrimiento do ejue nos
ha dado noticia El Mercurio.
Hai, pior tanto, una gran distancia (sentimos decirlo) entre la
opiinion emitida por El Mercurio i la nuestra; para que se re
conozca cunta es, una sola consideracin bastar. Suponiendo
tpue algn gabinete ele Europa hubiese dado auxilios a la ex
piedicion del jeneral Flores, El Mercurio desajirobaria seme
jante conducta, no como intervencin, sino como injusta.
Dado, pues, cjue Flores tuviese de su piarte la justicia, El
Mercurio no hallara nada que censurar en la intervencin.
Ahora bien, si la restauracin del presidente de una repblica,
que, como todas las de la Amrica Meridional, pesa mui pioco
en la balanza del mundo, i de una .-repblica situada a tanta.
distancia de Europa, es uno de los cjue llama El Mercurio-
poderosos medios i grandes intereses cpue lejitiman la inter
vencin i la prescriben, eju contienda de jiersonas o de fac
ciones pudiera suscitarse en cualquiera de ellas que no los
ofreciese iguales o mayores?
Las consecuencias que resultaran de este inaudito derecho
de jentes, se piresentan por s mismas a la vista. Aun conce
diendo en el gabinete interventor bastante conciencia pxira no
prestar su apioyo sino a una causa justa, que es conceder bas
tante; i concediendo ademas epue no fuese capaz de engaarse
en su juicio, que es llevar las concesiones, no solo mas all de
lo verosmil, sino de lo jiosible; aun en estas suposiciones la
intervencin, como la entiende El Mercurio, reducira las re-
piblicas americanas, i todos los estados de la misma categora,
a una dependencia humillante respiecto de las naciones pode
rosas. Contra toda providencia de sus gobiernos, habria siempre
un recurso, una apelacin, a la Europia. En todas nuestras cues
tiones interiores, tendramos cjue reconocer tantos tribunales
superemos como estados hubiese en el mundo bastante fuertes
para extender el brazo de su justicia hasta nosotros; i despus
de someternos a su arbitraje, tendramos ademas que plagarlo.
Esto es suponiendo arbitros impiarciales e infalibles, que no
quisiesen aprovecharse de la ocasin favoreciendo, no a la causa
mas justa, sino a la quo les halagase con mayores ventajas.