LA
INTERVENCIN
591
tendra
razn
de
ver
en eso
un
atacjue
a
su
independencia,
porque
ningn
derecho escuda la
intentona
de
Flores,
al
cual
jiueela
prestar
el
brazo
de
su
justicia
la
Europa.
De
manera
que,
segn eso,
un
estado
eurojieo
se
hallara
autorizado para
calificar
de
justas
o
injustas
las
aspiraciones
de
Flores,
i
para
prestarle,
si
las
hallaba
o
pretextaba
hallarlas
justas,
el
brazo
de
su
justicia.
No
es
esto
dar
a una
potencia
extranjera
el de
recho de
pronunciar
un
juicio
sobre
todas
nuestras
contiendas
piolticas,
i
de favorecer
a
su
arbitrio al
uno
de los
contendien
tes contra
el
otro,
empleando
las
armas?
Es
esta
la
regla
cris
tiana i
sagrada,
cjue la civilizacin
del
siglo
XIX
estaba
desti
nada
a
proclamar?
Quin
ha
dado
jamas
al
principio
de
in
tervencin
una
latitud
tan
funesta?
I
qu
mas
justificacin
pueden
apetecer
los
estados
pioderosos
para dominar
a
los
dbi
les,
subyugarlos
i tiranizarlos?
II
Hemos
visto
opiniones
aventuradas
en
materia
de
inter
vencin;
pero
que
se
acerque
ni de
lejos
a
la de
El
Mercurio,
no
recordamos
ninguna.
El
principio
ele
El
Mercurio,
prin
cipio
que, segn
l,
estaba
reservado
para la sabidura
de
nuestro
siglo (i
piado
haber
dicho
con
igual
fundamento
para
la
sabidura
del
ao
de
1846)
es
que toda
potencia extranjera
piuede
intervenir
en
las
contiendas
interiores
de
un
estado,
apo
yando
con
sus armas
el
piartido
justo.
Si
hubiese
ahora,
por
ejemplo,
una
jiotencia
cjue
interviniese
en
los
negocios
del
Ecua
dor
auxiliando
a
Flores,
El
Mercurio
reprobara
su
conduela,
no
porque
esa
potencia
se
mezclase
en
la
poltica
interna
del
Ecuador,
sino
piorcpue
prestaba
su
apoyo
a
la
injusticia.
Para
que
se
comjirenda
lo
inaudito
i
monstruoso
de
seme
jante doctrina,
es
pireciso
no
confundir el
supuesto
derecho
de
intervencin
con
el de
la
guerra.
Un
estado
puede
hostili
zar a
otro
en
defensa
i
vindicacin de
sus
propios derechos;
i
como
todo estado
es
juez
en causa
propia,
suceder muchas
veces
cpue ele
buena
o
mala fe reclame
derechos
de que
carece,
i
empue
las
armas
para
sostenerlos;
pero, al
hacerlo,
el
prin-
1...,591,592,593,594,595,596,597,598,599,600 602,603,604,605,606,607,608,609,610,611,...637