EFECTOS INMEDIATOS
DE
LA
GLERRA
203
es
perniciosa
al
jnero
humano,
i
que,
por
consiguiente,
no
est
fundada
en
ningn
verdadero derecho de
los
belijerantes,
pior-
que
el fundamento
de todo
derecho
es
la
utilidad que
produce
a
los
hombres.
No estar de
mas
observar
cul ha
sido
i
es
actualmente
la
doctrina
i
la
prctica
de
algunas
de
las
jrincijiales
naciones
modernas
con
relacin
a
este
punto.
La
magna charta
de los
ingleses
dispona
que los
comerciantes
subditos
del
enemigo
cpue
se
hallaran
en
el
reino
al estallar la guerra, fuesen dete
nidos
sin
dao de
sus
propiedades
i
efectos,
hasta
saberse
cmo
eran
tratados
por
el
enemigo
los
comerciantes
ingleses;
i
si
nuestros
comerciantes,
deca
la
carta,
son
bien
tratados por
el
enemigo,
los suyos
lo sern
tambin
pior
nosotros.
Mostescpuieu
se
admira de que
se
hubiese dado
lugar
a
esta
liberal
provi
dencia
en un
convenio
entre
un
rei
feudal i
sus
barones
hecho
con
el
objeto
de
asegurar las
libertades
i
fueros de
los
ingleses.
Pero
esta
medida
se
limitaba
a
los
comerciantes
residentes,
i
segn
se
cree,
domiciliados
en
Inglaterra.
Mucho
mas
liberal
fu la ordenanza
de
Carlos
V,
de
Francia,
en
que
se
prevena
ejue los
comerciantes
extranjeros,
residentes
en
el
reino
al
principiar
las
hostilidades
con
su
nacin,
no
tuviesen
nada
que
temer,
antes
bien
so
les
dejase
partir
libremente
i
llevar
sus
efectos.
Por
un
estatuto
de
Eduardo
111
de
Inglaterra,
se
or
den
tambin que
se
les diese
la
competente
noticia i
un
plazo
de
cuarenta
das para
que
saliesen
con sus
efectos libremente
o
los
vendiesen;
i
si
por
algn
accidente
se
viesen
imposibili
tados de
hacerlo,
se
les
doblase
este
plazo.
El
congreso
norte
americano
jiareci
animado
de
iguales
sentimientos ele
equi
dad
en
su
acta
de
6
de
julio
de
1798,
autorizando
al
presidente
para que
en caso
de
guerra
concediese
a
los
subditos
de
la
nacin
enemiga
todo el
tiempo compatible
con
la
seguridad
pblica,
durante
el
cual
pudiesen
recobrar,
enajenar
i
remo
ver
sus
propiedades,
i
verificar
su
salida.*
No
va
acorde
con
esta
prctica
la
doctrina
que
los
tribuna
les
britnicos
profesan
actualmente.
Ellos
reconocen
la
lejiti-
*
Kent,
Comentarios,
parte
I,
leccin
3.
1...,223,224,225,226,227,228,229,230,231,232 234,235,236,237,238,239,240,241,242,243,...637