Página 126 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional

DEL DOMINIO, EL IMPERIO I LA JURISDICCIN 93
comercio. Difciles son tambin de conocer las leyes extranjeras
relativas a los contratos, i con todo eso no se dejan de inter
pretar i juzgar segn ellas los que se han celebrado en jias
extranjero. No se divisa motivo alguno para que las naciones
cultas no concurran desde luego a la total abolicin de un sis
tema tan directamente contrario a las reglas de probidad entre
hombro i hombre, si no es el lucro mezquino cjue produce a las
potencias martimas.*
Aunque un estado solo atiende a sus propias leyes para cali
ficar de legales o ilegales los actos que se ejecutan bajo su
imjierio, los actos ejecutados en otro territorio i bajo el imperio
de otras leyes deben calificarse de legales o ilegales con
arreglo a stas. La comunicacin entre los jmeblos estara
sujeta a gravsimos inconvenientes, si as no fuese; una dona
cin o testamento otorgado en un pas no nos dara ttulo
alguno a la projnedad situada en otro; dos esposos no serian
reconocidos pior tales desde cjue saliesen del jias cuyas leyes
i ritos han consagrado su unin; en suma, nuestros mas pre
ciosos derechos desajiarecerian, o solo tendran una existen
cia precaria, luego que dejasen de hallarse bajo la tutela de
las instituciones civiles a cuya sombra han sido creados.
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La jurisdiccin es la facultad de administrar justicia. Su ex
tensin es la misma que la del imjierio. A los tribunales de la
nacin, correspionde tomar conocimiento de todos los actos cjue.
* Chitty, ibdem. Es prctica corriente recibirse como vlido por
los tribunales de justicia los contratos de seguros de mercaderas
que se destinan a un comercio de contrabando. Las razones a favor
de ella pueden verse en Merlin, Rpertoire. v. Arrt de Prince.
Se ha querido fundarla principalmente en el derecho de retorsin.
Talvez Pothier hubiera sido menos rjido, dice Emerigon, Tratado
de seguros, tomo I, pajina 215, si hubiese considerado que el contra
bando es un vicio comn de todos los pases comerciantes: los espa
oles i los ingleses lo hacen en Francia, i por tanto nos es permitido
por una especie de represalias hacerlo en Inglaterra i Espaa. De
fender una prctica por el derecho de retorsin es reconocer su in
justicia.