inmediato los efectos de la caída tendencial de la tasa media de ganancia. El ritmo de la acumulación es mantenido en la
medida que un parte de las nuevas inversiones sea financiada por el crédito y no por ganancias realizadas. El aumento de
la deuda pública permite atenuar transitoriamente la crisis fiscal del Estado (...) Las ganancias bancarias provienen
esencialmente de la diferencia entre la tasa de interés acordada en los depósitos y la tasa de interés obtenida por los
préstamos (...) La tasa de interés real es la diferencia entre la tasa de interés nominal y la tasa de inflación"
80
En 1985, por
ejemplo, en Estados unidos una tasa de interés nominal del 10% y una tasa de inflación del 5% da una tasa de interés real
del 5%; en 1980 llegó a dar un 10%.
La deuda pública y privada más abultada es la de Estados Unidos. Según Hillcoat, "la capacidad crediticia del sistema
bancario norteamericano siguió creciendo debido en primer lugar al multiplicador del crédito que constituye la deuda
federal norteamericana. El Tesoro norteamericano absorbe una parte creciente de los créditos del mercado
"
81
.
Con el fin de aliviar su crisis fiscal, los Estados Unidos promovieron créditos masivos a otras naciones y empresas
privadas, generando un modelo de economía de endeudamiento (debt economy). "El crédito alimentado al crédito -dice
Chesnais- a través de los mecanismos de multiplicación de crédito, muy conocidos por los especialistas bancarios, la
'economía de endeudamiento' fue creadora de 'liquideces' financieras nuevas. El resultado es un enredo complejo de
deudas y créditos que desde los años 70 se ha mostrado parecido a un castillo de cartas, en el que cada 'crédito' es, al
mismo tiempo, una deuda y no vale sino lo que vale el deudor, él mismo acreedor de otros deudores"
82
.
Se acusa a los países latinoamericanos de parasitismo y de ser responsables de la crisis financiera por su renuencia al
pago de los servicios de la deuda externa, pero esto no es más que "el resultado y una de las expresiones de otro
parasitismo más profundo: el de un sistema económico cuyo principal medio de combate contra la crisis que lo constriñe
consiste en multiplicar los gastos militares y los déficit ligados a los mismos. La cadena de los créditos sigue siendo
alimentada, en flujo continuo, por los bonos del Tesoro y otros títulos de la deuda pública que el gobierno americano
coloca en el sistema bancario"
83
El parasitismo bancario no se da solamente en los Estados Unidos sino también en
Europa Occidental.
El déficit fiscal norteamericano aumentó de 60.000 millones de dólares en 1981 a 202.000 millones a fines de 1985. Este
déficit es financiado en una parte por los inversionistas extranjeros, quienes en 1984 colocaron 100.000 millones de
dólares en los Estados Unidos, de los cuales el 40% provino de América Latina.
La dolarización de la economía, acelerada por la inconvertibilidad del dólar en 1971, ha permitido a los Estados Unidos
financiar su desequilibrio financiero y su astronómica deuda pública y privada. En tales condiciones, el capitalismo
europeo no puede estabilizar su sistema monetario, hecho que ha provocado públicas protestas de los gobiernos,
especialmente francés y alemán.
Para detener este desequilibrio tendrían que crear una moneda única mundial. Mas el capitalismo no puede fundar una
banca unificada con los bancos centrales de cada país, ni siquiera con las naciones imperialistas, ya que la
implementación de esta medida exigiría un Estado burgués único mundial, utopía que ningún Estado nacional estaría
dispuesto a acometer.
80
Ibid.
81
G. Hillcaot: "América Latina: deuda externa y
reespecialización, ¿qué alternativas?, en Revista Internacionales,
París, 2 de marzo de 1984, Nº17, p. 2.
82
F. Chesnais: "Algunas observaciones de la deuda de los
países en desarrollo y la naturaleza del capital prestado", en
Revista Internacionales, París, 23 de marzo de 1984, Nº20, p. 1.
83
Ibid., p. 3.
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