En 1929, la deuda externa latinoamericana sobrepasaba los 4.000 millones de dólares. "A mediados de la década del 30`,
Calgagno anota que existieron tres situaciones diferentes: "la primera corresponde a los países que continuaron sirviendo
su deuda externa, que fueron Argentina, Haití y la República Dominicana. La segunda es la de los países que dejaron de
servir sus deudas (Chile, Colombia, Cuba, Guatemala, El Salvador, Panamá, Perú y Uruguay), que propusieron a sus
acreedores arreglos basados en pagar los intereses atrasados en bonos adicionales, reanudar el servicio de los intereses a
una tasa inferior a la tasa nominal del principal de la deuda"
La tercera variante se dio cuando "otros gobiernos pidieron una reducción de la tasa de interés y del valor nominal del
principal de los bonos. De este modo, México propuso en 1942 una disminución del 80% del principal de su deuda
pública externa. Por su parte, Brasil ofreció en 1943 a sus acreedores en dólares y libras esterlinas la opción entre
disminución de la tasa de interés y el aplazamiento de los vencimientos sin reducción del valor nominal del principal
(plan A) y una reducción del principal con pagos parciales al contado (plan B). Las asociaciones inglesas y americanas
aceptaron también estos arreglos, aunque con más dificultades
El proceso de endeudamiento se reanudó en la década de 1950, como puede apreciarse en el cuadro.
México, 1980, p. 58.
55
Alfredo Eric Calgagno: La perversa deuda argentina. Ed.
Legasa; Buenos Aires, 1985, p. 160.
56
CEPAL: El financiamiento externo de América Latina, Nueva
York, 1964, p. 31.