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Ética de la investigación en genética humana
de la salud, la creación de nuevos bioma-
teriales y nuevas energías (biomasa), y la
creación de armas biológicas.
Resultaría prácticamente imposible buscar
entre los millones de especies que existen la
combinación genética que sea potencial-
mente rentable para el desarrollo de algún
tipo de producto. Se estima que aproxima-
damente uno de cada 10.000 compuestos
derivados de la evaluación masiva de plan-
tas, animales o microbios, resulta eventual-
mente en una sustancia activa de rendi-
miento industrial
(51)
. Resulta de gran
valor, porque acorta el tiempo de búsque-
da, ir al encuentro del etnoconocimiento
atesorado por las comunidades agrícolas e
indígenas que, históricamente, conocen y
conservan la biodiversidad de su espacio
geográfico, la riqueza de la tierra y de las
especies que habitan allí.
La búsqueda de productos nuevos y ma-
terias primas, con posibles aplicaciones
para la industria farmacéutica y la biotec-
nología moderna, haciendo uso del etno-
conocimiento, ha provocado una gigan-
tesca presión física, ideológica y psicológica
por parte de investigadores y empresas con
fines de lucro sobre las comunidades in-
dígenas y locales, generando una coacción
indebida y dando lugar a una verdadera
carrera y lucha por la obtención de bene-
ficios, como es el caso de las empresas de
bioprospección. Existe una cadena com-
pleja de organizaciones públicas y priva-
das que buscan constantemente beneficios
de los conocimientos tradicionales: empre-
sas farmacéuticas, alimenticias, cosméticas,
dietéticas, biotecnológicas, mineras, ma-
dereras y petroleras
(52)
. En la identifica-
ción de componentes activos para la in-
dustria existe un ahorro sustantivo en
dinero y tiempo por el uso del etnocono-
cimiento; se estima que el ahorro puede
llegar hasta un 400% para las farmacéuti-
cas
13
. Para apropiarse de estos conocimien-
tos se organizan programas de investiga-
ción que emplean antropólogos, biólogos
y etnobiólogos
(53)
. La mayor parte de la
bioprospección se realiza por personas que
la encubren con otras actividades, por lo
que no se falta al requisito de consenti-
miento informado. La forma más simple
es el ecoturismo. Muchos turistas van a
zonas tropicales, de alta biodiversidad, con
el fin de recolectar recursos biológicos y
obtener información sobre su uso
14
. Al-
gunos de ellos visitan chamanes preten-
diendo sufrir una enfermedad como for-
ma de obtener información.
Los conocimientos tradicionales constitu-
yen un aporte sustantivo en la cadena de
producción farmacológica y biotecnológi-
ca. Sin embargo, a pesar de que se han
buscado acuerdos para la conservación de
la diversidad biológica, como es el Con-
venio de Diversidad Biológica, no se tra-
tan las cuestiones de diversidad de forma
holística, sino muy fragmentada en asun-
tos técnicos, con énfasis en valores comer-
ciales; no se tienen en cuenta las inquie-
tudes y preocupaciones de los pueblos
indígenas, su derecho de autodetermina-
ción ni su derecho colectivo sobre cono-
cimientos tradicionales y sobre los recur-
sos naturales. Tampoco se tiene en cuenta
el consentimiento informado para proyec-
tos que podrían afectar los conocimien-
tos, innovaciones y prácticas indígenas, y
13
Ver Lara S.
Notas sobre Biodiversidad, Biotecno-
logía, Propiedad Intelectual y Pueblos Indígenas,
Pro Diversitas. [Sitio en Internet] Disponible en
/
nota9.htm
14
Research Foundation for Science,
Protecting the
Pirate. Biopiracy and the WTO Dispute.
[Websi-
te] Available at
biopiracy/pirates.htm
1...,137,138,139,140,141,142,143,144,145,146 148,149,150,151,152,153,154,155,156,157,...391