37'j
DERECHO INTERNACIONAL
2
Llamamos
aqu
bandidos
los delincuentes que
hacen
armas
contra
el
gobierno
establecido,
para
sustraerse
a
la
pena
de
sus
delitos
i vivir
del
pillaje.
Cuando
una
cuadrilla
ele facine
rosos
se
engruesa
en
trminos
de
ser
necesario
atacarla
en
forma
i
hacerle
la
guerra,
no
por
eso
se
reconoce
al
enemigo
como
belijerante
lejtimo.
Es
lcito,
por
consiguiente,
solici
tarlos
a
la
defeccin;
los
prisioneros
que
se
les
hacen
no
mere
cen
ninguna
induljenca;
sus
presas
no
alteran la
propiiedad;
las
naciones
extranjeras
no
les
deben
asilo;
i
sus
naves
pueden
ser
tratadas
como
pirticas
por
cualquier
buque
do guerra
o
corsario
que
las
encuentre.
Mcese
siempre
una
gran
diferencia
entre esta
clase
de ele-
ntegra
soberana
de
la Union
Federal.
Lo
que
ahora
so
ve
en
este
pas,
es
la
ocurrencia
(que
de
ningn
modo
le
es
peculiar,
sino fre
cuente
en
todos
los
pases,
i
aun
mas
frecuente
en
la
Gran
Bretaa
cjue
aqu)
do
una
insurreccin armada
que
atienta
al
trastorno
de
un
gobierno
regularmente
constituido
i
establecido. Por
supuesto,
el
gobierno
emplea
la
fuerza
para
reprimir
la
insurreccin,
como
lo
hacen
todos
los
gobiernos
en
iguales
casos.
Pero
estos
incidentes
no
constituyen
en
manera
alguna
un
estado de
guerra
que
menoscabe
la
soberana del
gobierno,
croando
secciones
belijerantes
i
facultando
a
los
estados
extranjeros
para
intervenir
u
obrar
como
neutrales
entre
ellas
o
para echar por
tierra
bajo
cualquiera
otra
forma
sus
lejtimas
obligaciones
para
con
la nacin
en
medio del
momentneo disturbio
de sta.
Cualquiera
otro
principio
fuera lo
mismo
cjue resolver todo
gobierno
en una
materia
de accidente
o
capricho,
i
toda la
sociedad
humana
en un
estado de guerra
perpetua....
Queda
entendido cjue
las
concesiones
hechas
respecto
de la
decla
racin
de
Paris
no
afectan
ni
disminuyen
el
derecho
de los
Estados
Unidos
para
reprimir
la insurreccin
por
operaciones
martimas
lo
mismo
que
terrestres,
i
para
impedir
todo
comercio
en
los
pueblos
cjue
hayan
cado
en
manos
de los
insurjentes,
ya
sea
cerrando
direc
tamente
los
puertos
o
por
el
medio
mas
suave
de
un
bloqueo,
que
es
el
que hemos
adoptado.
De
esta
manera,
el
gobierno
de los
Estados Unidos
repudia,
no
solo
las
doctrinas
de los
que
llama
escritores
tericos
(entre
los cuales
figuraban
dos
eminentes
publicistas,
Wheaton
i
Story,
ambos
ame
ricanos),
sino
los
principios
proclamados
por
las
lejislaturas
prece-
1...,389,390,391,392,393,394,395,396,397,398 400,401,402,403,404,405,406,407,408,409,...637