5.6. Financiamiento, inversi´on p´ublica y contabilidad fiscal
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nes de una empresa, cosa poco usual pero ´util para ilustrar la idea. Estas
operaciones aumentan el valor de los activos netos del gobierno, por lo tanto
ir´ıan bajo la l´ınea. Con esta misma l´ogica, los ingresos de privatizaciones, tal
como fue discutido anteriormente, forman parte del financiamiento y por lo
tanto tambi´en deber´ıan ir bajo la l´ınea. Pero suponga que la inversi´on p´ublica
es construir una escuela. ¿Es realmente un aumento de los activos netos del
Estado que podr´ıan, mediante una enajenaci´on, financiar el presupuesto en el
futuro? Ciertamente, los gobiernos no venden las escuelas para obtener finan-
ciamiento. Lo que ocurre, adem´as, es que, ojal´a, el gobierno realice muchas
inversiones que tengan una alta rentabilidad social, pero no privada. En con-
secuencia, son activos con alto valor social, pero bajo valor de mercado. En
este caso, la inversi´on parece m´as un gasto corriente que una inversi´on, y pro-
bablemente haya que ponerla sobre la l´ınea. Al menos la escuela —a diferencia
de las acciones— no implicar´a ingresos futuros.
Otro caso es el de la inflaci´on, discutido anteriormente. Seg´un dicha discu-
si´on, el pago del inter´es real ir´ıa sobre la l´ınea, y la amortizaci´on por concepto
de inflaci´on bajo la l´ınea.
Situaciones m´as complejas ocurren en el caso de que el gobierno haga un
leasing
por un bien de capital. ¿Se deber´ıa anotar el valor total del bien, o solo
el costo del arriendo sobre la l´ınea?
Lo que deber´ıa quedar claro de esta discusi´on es que hay muchas partidas
del presupuesto cuya clasificaci´on en el balance presupuestario no es simple.
M´as a´un, las definiciones dependen tambi´en de caracter´ısticas instituciona-
les y espec´ıficas de los pa´ıses. Una autoridad que quiera maquillar el balance
tendr´a incentivos a poner sobre la l´ınea el m´aximo de ingresos —aunque pue-
dan ser endeudamiento— y, por el contrario, querr´a poner la mayor´ıa de los
gastos como aumentos del patrimonio —es decir, bajo la l´ınea—, en vez que
como gastos corrientes. Lo contrario har´a quien quiera demostrar una situaci´on
precaria y promover un ajuste fiscal.
Una discusi´on de esta ´ındole se ha realizado en Argentina a ra´ız de la
reciente crisis econ´omica. ¿Era el d´eficit fiscal excesivo? Michael Mussa, ex
director de Investigaciones del FMI, ha argumentado que el problema tuvo
un origen fiscal
16
. En la figura
se ve que el aumento de la deuda p´ublica
fue superior al d´eficit fiscal durante el per´ıodo 1994–1998. El d´eficit fiscal
del gobierno nacional acumulado durante dicho per´ıodo fue de 7% del PIB,
mientras que la deuda p´ublica subi´o de 29 a 42 por ciento del PIB —es decir,
13 puntos— en igual per´ıodo. Claramente hay una contradicci´on entre ambas
cifras. Mussa argumenta que esta diferencia se debe a que, con el plan Brady, se
difirieron pagos de intereses que, en la pr´actica, se anotaron sobre la l´ınea como
ingresos adicionale
s
17
,
al igual que los ingresos obtenidos de las privatizaciones.
16
Ver Mussa (2002).
17
La pr´actica de registrar sobre base devengada sugerir´ıa poner el pago total de intereses sobre
1...,166,167,168,169,170,171,172,173,174,175 177,178,179,180,181,182,183,184,185,186,...781