CAPITULO
Vi
De
la
buena fe
en
la
guerra
1.
Fidelidad
en
los
pactos.
2.
Estratajemas.
3.
Seduccin
de
los
subditos del
enemigo.
1
La
guerra*
pone
fin
a
los tratados
entre
las
naciones
belije
rantes,
excepto
los que
son
relativos
al estado
mismo
de guerra,
piorque,
si
stos
no
produjesen
el
efecto nico que
se
propusie
ron
los
contratantes
al
celebrarlos,
serian
del
todo
nugatorios.
Deben,
pues,
observarse
en
la
guerra
aquellos
pactos
que
fijan
reglas
de
conducta
para el
caso
de sobrevenir
un
rompimiento
entre
los
contratantes,
verbigracia,
el
tiempo
que
se
dar
a
los
subditos
del
uno
para
retirarse
del
territorio
del
otro,
la
neutralidad
de
un
puerto,
ciudad
o
provincia
do
uno
de
ellos,
etc.
Aun
es
mas
necesaria
la
observancia
de
los
pactos
que
se
celebran
en
la
guerra
misma,
como
son
las
capitulaciones
de
plazas,
las
convenciones de
tregua,
las
relativas
al
canje
o
res
cate
de los
prisioneros,
i
otras
varias
de que
despus
se
har
mencin.
Porque
no
todo
deber
cesa,
ni
todos
los
vnculos
de
la
humanidad
se
rompen
entre
las
naciones
que
se
hacen
la
guerra;
i
bien
lejos
de
suspenderse
en
ellas la
obligacin
de
guardar
fe,
nunca es
mas
importante
a
los
hombres;
pues
en
el
curso
de
la guerra
hai
mil
ocasiones
en
que, para poner
a
raya
sus
furores
i
moderar
las calamidades
que
acarrea,
la
salud de ambos
belijerantes
exije
que
traten
i
estipulen
*
Este
captulo
es un
resumen
do
la
doctrina de
Vattel,
libro
III,
captulo
10.
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