Página 286 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional

DE LAS PRESAS MARTIMAS 259
Los daos i perjuicios se abonan a los propietarios siempre
que aparece haber sido infundado el apresamiento, o que el
apresador se ha hecho culpable de alguna irregularidad, o no
ha cuidado suficientemente de la piresa. Pero es justificable la
detencin ele la propiedad, i el apresador no es obligado a in
demnizar al dueo, siempre que pior parte de aqul ha habido
bastante motivo para dudar del carcter de la piropiedatl i so
meterla a examen. Si el apresamiento aparece justificable a
pirimera vista, i despus se encuentra infundado i se restituye
la propiedad, el apresador no est obligado a reintegrar el
dficit que resulte de la venta del cargamento hecha de bue
na fe.
En el caso del William, se conden al captor en los perjui
cios orij nados de no haberse empleado toda la dilijencia debida.
Con este motivo, dijo el juez ejue en cuestiones ele esta esjiecie
solia sentarse una regla que no era de su aprobacin, a saber:
que los captores no eran responsables de mas dilijencia que la
que solan emplear en sus propios negocios; porque un hombre
jiuede, cuando se trata de lo suyo, correr riesgos por motivo de
inters o por una temeridad natural; lo que no podria discul
parse, cuando aventurase la propiedad ajena venida a sus
manos por violencia. Cuando confiamos nuestras cosas a una
persona cuyo carcter nos es conocido o se presume serlo, el
cuidado cjue ella suele emplear en lo suyo es una norma razo
nable; pero no se puede decir cpue hacemos confianza de la
persona a quien dejamos forzadamente lo nuestro.*
En el caso de la Betsey, estableci sir William Scott las re
glas siguientes: Los puntos principales a que debemos aten
der son estos: Ha sido legal i de buena fe en su principio la
posesin de los captores? I suponiendo que lo haya sido, se ha
convertido despus en ilegal i torticera? Porque sobre estos dos
puntos es precisa la lei: un poseedor de buena fe no es respon
sable de accidentes fortuitos, poro puede por su mala conducta
subsiguiente perder la proteccin a que era acreedor por la
aparente justicia ele su ttulo, i exponerse a que se le considere
* Robinson's Reports, tomo VI, pajina 316.