Oriente medio : una eterna encrucijada - page 165

Oriente medio: una eterna encrucijada
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judicial) y un Consejo de Guardianes de la Revolución Islámica. Con lo
anterior se erigió un Estado orientado actualizar un modo de vida islámico
de acuerdo a la reinterpretación de los postulados centrales de dicha Fe
145
.
Sin embargo, y una vez puesta en marcha la nueva institucionalidad,
la capacidad ejecutiva del nuevo gobierno se vio seriamente desbordada
por la autonomía de los sectores de partidarios más radicalizados. Así
quedó de manifiesto en noviembre de 1979 durante el asalto a la embaja-
da de Estados Unidos en Teherán y la detención de 53 diplomáticos esta-
dounidenses.
En enero de 1980, al ser reemplazado Bazargan por el militante de la
izquierda islamista, Bani Sadr, el Frente Nacional fue marginado formal-
mente del poder. Aunque al-Sadr incrementó su poder al ser nombrado en
la jefatura de las Fuerzas Armadas, el Partido de la Revolución Islámica y
los Pasdarán se enfrentaron en las facultades universitarias y en los comi-
tés políticos con los adeptos de al-Sard. La presión social se intensificó
cuando los islamistas lograron el control del Parlamento.
En la práctica solo los Muyahiddines del Pueblo y los grupos de iz-
quierda de los comités y las universidades se oponían a la concentración
del poder en la persona de Jomeini. Dicho enfrentamiento se extendió por
tres años. Hacia 1984, los Muyahidines del Pueblo habían desaparecido
de la arena política y el partido Tudeh fue oficialmente disuelto. La iz-
quierda pasaba a ser una fuerza marginal incapaz de competir con los
radicales islamistas.
En definitiva, a mediados de los ochenta, Jomeini y el
sector religioso, apoyados por la gran masa de iraníes po-
bres creados por la nefasta política económica del Shah, se
habían convertido en los dueños de la situación y se declara-
ban partidarios de extender los principios coránicos a la vida
política cotidiana
146
.
El período de inestabilidad y el reacomodo de las bases del nuevo
régimen amenazaron con debilitar la reproducción sistémica del régimen.
Jomeini respondió con tres medidas: En 1987 disolvió a la vanguardia de
la revolución representado por el Partido de la Revolución Islámica, en
junio del año siguiente designó a Hachemi Rafsanyani como líder de las
Fuerzas Armadas y destituyó a su sucesor electo, el ayatollah Montazeri.
De esta manera y después de una década se concluía la fase revoluciona-
145
Ruiz Figueroa,
op. cit.
, p. 202.
146
Segura, Antoni,
Más allá del Islam. Política y conflictos actuales en el Mundo
musulmán
, Madrid, Alianza, 2001, p. 171.
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