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Conflictos de interés en la investigación biomédica y psicosocial
que un interés secundario podría afectar
indebidamente la integridad del interés
primario. Es arduo saber con seguridad
qué influye en las decisiones de las perso-
nas. Sin embargo, algunas recomendacio-
nes útiles en la investigación operativa en
servicios de salud indican que la percep-
ción de un probable conflicto de interés,
aunque no se demuestre, aconseja adop-
tar medidas para prevenir, prohibir o re-
mediar conductas éticamente dudosas
2
.
Como no es posible eliminar por comple-
to los conflictos de interés, el énfasis debe
ponerse en prevenirlos, entenderlos y ma-
nejarlos. Ello sugiere la conveniencia de
diseñar un sistema de detección y resolu-
ción de ellos por anticipado, de modo que,
cuando se produzcan, toda la organización
y sus integrantes sepan qué hacer. El no
tener este sistema amenaza la credibilidad
del equipo o de la organización, la reputa-
ción de una disciplina o área de investiga-
ción, y genera sospechas sobre todo tipo
de investigación y sobre los investigado-
res en general.
Factores de riesgo de los
conflictos de interés
Hay factores que contribuyen a aumentar
la posibilidad de un conflicto de interés:
financiamiento elevado, mayor competi-
ción, participación de recursos comercia-
les en la investigación, recompensas por
los resultados o participación de los in-
vestigadores y las instituciones en ellas, y
cambio en los lugares donde se efectúa la
investigación.
La relación entre los patrocinadores y el
equipo de investigación puede también
favorecer conflictos de interés en el grado
de compromiso al formular objetivos o en
las formas de analizar y comunicar resul-
tados. Una cosa es realizar una investiga-
ción y otra usar la investigación para inte-
reses corporativos. Una corporación
generalmente tiene interés financiero en
ciertos resultados como, por ejemplo, que
el ensayo clínico de un nuevo medicamen-
to sea exitoso. Motivaciones encubiertas
pueden afectar métodos, obtención de
datos, forma de análisis y publicación.
Generar datos que meramente refrenden
o apoyen conclusiones predeterminadas
no es investigación
3
, si bien puede produ-
cirse esta distorsión tanto en ensayos clí-
nicos como en análisis institucional. Lo
ideal es que los investigadores sean libres
al analizar los datos, y puedan extraer con-
clusiones e informar los resultados sin in-
tervención del patrocinador. Si un contra-
to impone restricciones que afectan al
diseño, los métodos y el análisis, de forma
que existe riesgo de introducir sesgos, los
investigadores pueden negarse a realizar la
investigación en esas condiciones
4
. Si la
actividad no se presenta como investiga-
ción, sino como mercadeo o publicidad,
es deber de la empresa patrocinante y de
los ejecutores declararlo en forma expresa
a fin de no engañar sobre la naturaleza o
las conclusiones derivadas del estudio.
También la formulación de políticas de
salud, procedimientos regulatorios o la
defensa de valores institucionales puede
generar actividades de recolección de in-
formación que erróneamente se confun-
den con investigación. No es inmoral que
un grupo político promocione sus parti-
2
Ver Ethical Guidelines for Managing Conflicts
of Interest in Health Services Research,
Acade-
my Health
2004. [Website] Available at http://
3
Ibíd
, p. 6.
4
Ibíd
, p. 11.
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