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XIII. Conflictos de interés en la investigación
biomédica y psicosocial
Fernando Lolas Stepke
Eduardo Rodríguez Yunta
Definiciones y contextualización
del problema
Los conflictos de interés constituyen un
área progresivamente importante en la in-
vestigación biomédica de las últimas dé-
cadas
1
. Aunque las Pautas Éticas Interna-
cionales del
Council for International
Organizations of Medical Sciences
(CIO-
MS) no dedican al tema una norma espe-
cífica, el comentario a la pauta 2, referida
ésta a los comités de evaluación ética, alu-
de especialmente a los conflictos deriva-
dos del financiamiento de la investigación
por parte de patrocinadores comercia-
les
(1)
. Concebida la bioética como el uso
juicioso del diálogo para formular y resol-
ver dilemas y diferencias derivadas de in-
tereses divergentes de grupos, personas y
racionalidades, puede afirmarse que el
planteamiento de este tema es asunto bio-
ético por excelencia, pues en ninguna otra
esfera se ve con tal claridad qué obligacio-
nes impone la armonización de perspecti-
vas a veces contradictorias.
Al realizar una actividad tan específica y
jerarquizada como la investigación, cada
persona debe reconocer el papel que ocu-
pa, la tarea que acomete y la circunstancia
en que trabaja, lo cual significa respetar
ciertas normas éticas. Éstas pueden tener
su origen en las convicciones personales,
en la cultura institucional en que se traba-
ja, en supuestos implícitos en la sociedad
mayor o en la adhesión a un código de
conducta profesional. En todo ejercicio
profesional cabe distinguir intereses pri-
marios, propios de la profesión y la tarea,
e intereses secundarios o adjetivos que, sin
embargo, cualifican el trabajo de modo
conciente y voluntario o en forma incon-
ciente y soterrada.
Para un investigador, el interés primario
consiste en generar y diseminar investiga-
ción válida y confiable. Puede decirse que
la verdad es su principal valor. Es posible
que sus resultados sirvan para desarrollar
tecnologías o formular políticas y prácti-
cas sociales. A veces, quien genera los da-
tos no es la misma persona que aquella
que los aplica. Los investigadores, a me-
nudo, tienen intereses secundarios vincu-
lados a la enseñanza, la administración, el
lucro, la defensa de principios personales
o institucionales, el desarrollo de políticas
de salud, obligaciones con sus superiores,
intereses familiares y otros.
El tener numerosas responsabilidades e
identidades incrementa la probabilidad de
conflictos de interés. Los investigadores
pueden ser empleados o patrocinados por
instituciones con finalidades e intereses
específicos, como las académicas, de con-
sulta, de promoción social, gubernamen-
tales, privadas o comerciales. Es útil re-
cordar que la palabra interés puede
asociarse a la construcción latina “
Inter-
Esse
” lo que está “entre” los seres, esto es,
1
Ver: Conflict of Interest. In:
NIH’s Bioethics Re-
sources on the Web
. [Website] Available at http:/
/
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