234 Investigación en Salud. Dimensión Ética
culares propuestas políticas y, con tal fin,
recolecte datos que afiancen su postura.
Lo que sí es un manifiesto conflicto de
interés es declarar una intención de estu-
dio y búsqueda de la verdad cuando se trata
solamente de un reforzamiento de posi-
ciones doctrinarias. El resultado de una
investigación puede ayudar a promocio-
nar políticas ya establecidas; ello es ética-
mente aceptable si un análisis objetivo y
desapasionado de los datos permite esa
aplicación, no si los datos fueron recogi-
dos bajo el prejuicio de que deberían apo-
yar la tesis inicial.
Los intereses financieros personales cons-
tituyen un riesgo y han sido frecuentemen-
te discutidos en la investigación clínica
(2)
.
No debe verse el conflicto solamente en
que una industria premie a un investiga-
dor para que reclute pacientes y recoja
datos, o en la más sutil confusión entre
presentación de resultados en un congre-
so y la promoción de un fármaco o un
instrumento. También hay conflicto si del
resultado de un estudio dependen nuevos
contratos o concesiones, o si el prestigio
institucional dicta que deban obtenerse
resultados violando elementales principios
de selecciónmuestral o acortando los tiem-
pos de observación. De hecho, una firma
consultora que entrega datos a un cliente
enfrenta el dilema de informar verazmen-
te sobre sus conclusiones, aunque ello
implique perder el cliente, o bien, resguar-
dar el contacto futuro con éste proveyen-
do informaciones positivas y en la direc-
ción esperada.
La variedad y multiplicidad de
los conflictos de interés
Los conflictos son inherentes a toda acti-
vidad humana, especialmente en el ám-
bito de la investigación y la práctica pro-
fesional. Puede afirmarse que todas las
motivaciones son en cierta medidas com-
prensibles, pero no todas son legítimas o
recomendables en un contexto específi-
co. Así, por ejemplo, el lucro que espe-
ran los accionistas de una compañía far-
macéutica es una motivación razonable
y, por ende, un interés legítimo. Si ese
interés se satisface adulterando informa-
ciones u ocultando datos, entonces ob-
viamente se incurre en una conducta re-
prochable desde el punto de vista ético.
Si se lo disfraza de beneficencia o amor a
la humanidad no se presta ningún buen
servicio a la causa de la moral científica.
Un médico que junto con examinar a un
paciente lo recomienda a un colega, a
cambio de una retribución económica,
mezcla intereses contrapuestos, como
pueden ser el beneficio de la persona y el
incremento de sus haberes. También pue-
de ocurrir, en ciertas condiciones insti-
tucionales, que un médico generalista no
derive a los especialistas algunos casos si
ello va en perjuicio de sus ganancias bajo
el régimen de capitación.
En realidad, eliminar por completo los
conflictos de interés es no solamente di-
fícil, sino también utópico. Lo importan-
te es saber reconocerlos y prevenirlos. En
la etapa de reconocimiento hay a veces
circunstancias que, a primera vista, no pa-
recen conflictivas, pero que se revelan ta-
les de concurrir factores adicionales. Por
ejemplo, es posible que un ambiente de
competencia haga que se compartan sólo
parcialmente los datos con investigado-
res en la misma línea de trabajo. En esa
situación el conflicto se establece entre
la obligación de hacer públicos los resul-
tados y la ventaja que puede brindarse al
competidor al conocerlos. La historia de
1...,224,225,226,227,228,229,230,231,232,233 235,236,237,238,239,240,241,242,243,244,...391