Página 50 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional

DERECHO INTERNACIONAL 15
ciones, que en el seno de esta gran familia, como en el ele
cada estado, forceja sin cesar contra las preponderancias de
toda especie.
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La palabra derecho tiene dos sentidos. En el primero (que
es en el que la hemos empleado hasta ahora), significa una
coleccin, sistema ocuerjio ele leyes; en el segundo, significa la
facultad ele exijir que otro ejecute, omita o tolere algn acto,
facultad que tiene por objeto el beneficio real o imajinario do
la persona en que ella existe. Derecho en este sentido supone
siempre en otra persona una obligacin correlativa de ejecutar,
omitir o tolerar algn acto; porque es evidente epue no podemos
tener la facultad de exijir un servicio jiositivo o negativo si no
existe en alguna parte la necesidad de prestarlo.
Los derechos (i por consiguiente las obligaciones) son per
fectos o imperfectos. Derecho perfecto, llamado tambin ex
terno, es el que podemos llevar a efecto emjileando, si es
necesario, la fuerza: en el estado de naturaleza, la fuerza indi
vidual; i en la sociedad civil, la fuerza pblica de que est
armada la administracin de justicia. Derecho imperfecto o
meramente interno, es aquel que no puede llevarse a efecto
sin el consentimiento de la parte obligada.
Esta diferencia consiste en lo mas o menos determinado de
las leyes en que se fundan los derechos i las obligaciones. Los
actos de beneficencia son obligatorios, pero solo en circuns
tancias i bajo condiciones piarticulares; i a la persona cjue ha
de ejecutarlos es a cjuien toca juzgar si cada caso que se pre
senta se halla o no comp rendido en la regla, porque si sta
fuese jeneral i absoluta, piroduciria mas dao que bonefico a
los hombres. Debemos, por ejemplo, socorrer a los indijentes;
piero n a todos, ni en todas ocasiones, ni con todo lo que nos
piielen; i la determinacin de estos puntos piertenece exclusi
vamente a nosotros. Si fuese de otro modo, el derecho de
projiiedad, sujeto a continuas exacciones, perdera mucha parte
de su valor, o mas bien no existira.
De aqu resulta que, aunque la necesidad moral que consti-