DERECHO
INTERNACIONAL
13
simptica,
la
sancin
de
la vindicta humana
o
sancin
social.
Esta
ltima,
en
el
seno
ele
la
sociedad
civil,
se
ejercita
i
se
regulariza
en
gran
parte
por las
leyes positivas
i
la admi
nistracin ele
justicia.
Pero
hai
otras
dos
sanciones,
cjue
consagran,
por decirlo
as,
las
anteriores,
i
clan
al
derecho
de la naturaleza
toda
su
digni
dad,
colocndolo
bajo
la
tutela
de la divinidad
i
de
nuestra
jiropia
conciencia.
La
sancin
de la
conciencia
o
sancin
moral
es
la
jiena
que,
en un corazn no
enteramente
deprava
do,
acompaa
al
testimonio
que el alma
se
da
a
s
misma de la
irregularidad
de
sus
actos;
i
la
sancin
relijiosa
consiste
en
los
castigos
con
que la
divinidad
ofendida conmina
a
los que
violan
sus
leyes.
La sancin
de la vindicta
humana
es
la que obra
entre
las
naciones,
i
en
cada
nacin,
del
modo
mas
jeneral,
constante
i
eficaz.
Pero
aun
ella
influye
con
mucho
mas
vigor
i
regulari
dad
en
la conducta que observan
unos
con
otros
los
indivi
duos,
que
en
las
relaciones
mutuas
de los
pueblos
o
de las
piotestades
supremas.
En el estado
civil,
medianamente
orga
nizado,
la
fuerza
de la
sociedad,
empleada
contra
los infracto
res
ele las
leyes,
es
superior
a
la
de
cualquier individuo,
por
poderoso
que
sea.
Pero las naciones
no
han
constituido
una
autoridad,
que, armada
con
la
fuerza
de
todas,
sea
capaz de
hacer
cumplir
a
los
estados
poderosos
ni
aun
aquellas reglas
de
equidad
natural
que
estn reconocidas
como mas
esenciales
para
la
seguridad
comn.
Ni
podemos
decir
que el inters
particular
de
cada
nacin
la
induce
a
coojierar
con
las
otras
al escarmiento de la
inhuma
nidad
o
injusticia.
Los
estados,
como
los
individuos,
suelen
decidirse
por
motivos
inmediatos
i
momentneos que obran
vivamente
sobre
sus
pasiones;
i
desatienden
los
que
se
les pre
sentan
a
lo
lejos,
de
un
modo
esjieculativo
i
abstracto.
Una
nacin
formidable
por
su
poder
insulta
a un
estado dbil.
Las
otras,
atendiendo
a su
seguridad
propia,
deberan
coligarse
para
castigar
el
insulto.
Mas,
adoptando
esta
conducta,
ten
dran que
someterse
desde
luego
a
todas
las
calamidades
i
con-
tinjencias
de
la
guerra, para evitar
un
peligro
incierto
i
1...,38,39,40,41,42,43,44,45,46,47 49,50,51,52,53,54,55,56,57,58,...637