Página 410 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional
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DE
LOS AJENTES DIPLOMTICOS
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mayor
parte
de
las
cortes
cristianas,
hai
capillas
para
el
uso
de
las diferentes
legaciones;
i
no
solo
a
la
familia,
sino
a
los
com
patriotas
del
ministro,
se
permite
asistir
en
ellas
al
servicio
divino.
Otro
de
sus
privilejios
es
la
exencin
de
todo
impuesto
personal.
En
cuanto
a
la inmunidad ele derechos
de entrada
i
salida para
los
efectos
de
su uso
i consumo,
es
lcito
a
los
go
biernos
arreglarla
como
mejor
los
jiarezca;
i
los abusos
a
que
ha
dado
lugar,
han inducido
en
efecto
a
muchas
cortes
a
limi
tarla
considerablemente,
por
lo
cjue
el
ministro
deber
conten
tarse
con
gozar
de
los
privilejios
que
en
el
pas
de
su
residen
cia
se
dispensan
jeneralmente
a
los de
su
clase;
a
menos
cpue
pior convencin
o
a
ttulo de
reciprocidad
crea
tener
derecho
a
alguna
distincin
particular.
Hai
pases
en
que
no
se
permite
a
los ministros la
introduccin de
mercaderas
prohibidas,
o
a
lo
menos
se
les
limita
considerablemente;
i
en
este
caso,
estn
obligados
a
tolerar
la visita
de los efectos
que
reciben de
pas
extranjero;
pero
nunca
en
su casa.
Su
equipiaje
est
jeneralmente
exento
de
visita;
bien quo
en
esta
materia
las
leyes
i
ordenanzas de cada
pas
varan
mucho.
Los
impuestos
destinados
al
alumbrado
i
limpiieza
de
las
calles,
a
la
conservacin
ele
caminos,
puentes,
calzadas,
ca
nales,
etc.,
siendo
una
justa
retribucin por el
uso
de
ellos,
no
se
comjirenden
en
la exencin
jeneral
de
impiuestos.
La
morada del
ministro
no
est
libre
de los
impiuestos
ordi
narios
sbrelos
bienes
inmuebles,
aun
cuando
sean
projiiedad
suya
o
ele
su
gobierno;
piero lo
est
comjiletamente
de la carga
do
alojamiento
i
de toda
otra
servidumbre
municipal;
ni
es
lcito
a
los
majistrados
entrar
en
ella de
projiia
autoridad
para
registrarla
o
extraer
personas
o
efectos.
El
ministro,
pior
otra
piarte,
no
debe
abusar de
esta
inmunidad
dando
asilo
a
los
enemigos
del
gobierno
o
a
los
malhechores. Si
tal
hiciese,
el
soberano
del
pas
tendra derecho para
examinar hasta
qu
piunto
debia
respetarse
el
asilo;
i
tratndose de delitos de
es
tado,
piodria
dar
rdenes
piara
cpue
se
rodease
de
guardias
la
casa
del
ministro,
para insistir
en
la
entrega
del reo,
i
aun
para
extraerle pior
la fuerza.
DCHO.
INT.
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