I3
DERECHO INTERNACIONAL
sabido
cjue
los
turcos
no
tienen
el
menor
recelo de
usar
la
ropa
de los que
han
muerto
de
la
peste,
i
que
los vestidos
i
sbanas
epue
cjuedan
en
los lazaretos forman
uno
ele los emolumentos
ele los
gobernadores,
i
se
venden
pieiblicamente
en
los bazares.
De la
fiebre amarilla
se
cree
ya casi umversalmente
que
no es
contajiosa.
Pero pocas
enfermedades habrn causado
tanto
terror
por la
actividad del
supuesto contajio
que
la
piroduce,
como
el
clera
morbo,
que
ha visitado
varias
veces
la
Europa
i
algunos
pases
ele Amrica. En todas
partes,
han
sido
sin
fruto
las
vigorosas
providencias
cpue
se
han
tomado
para
atajar
su
carrera, i
la
opinin
epue
en
el
dia
piarece
tener
mas
squito
es
epue
el
clera
no
es
contajioso
tampioco;
que
nace
de
una
constitucin
atmosfrica
particular,
i
cjue
contra
sus
efectos
es
mucho
mas
eficaz la
polica
sanitaria
domstica,
que
las
cua
rentenas
i
lazaretos,
porque,
dado
caso
que
no
detenga
la
mar
cha del
contajio,
a
lo menos
modera^
su
actividad
i
disminuye
el nmero de
sus
vctimas.
Admitiendo,
pues, que sobre los
misteriosos
medios
ele
propagacin
de stas
i
otras
dolencias
no se
sabe todava lo bastante para formar
un
juicio
seguro
de la utilidad ele las
cuarentenas,
lo
cierto
es
que, para
puri
ficar el
aire
i mantener
la
sanidad de
las
poblaciones,
se
debe
atender
pirincipiahnente
a
la
limpieza
i
ventilacin de las
ciu
dades
i
casas,
a
la desecacin
ele los
pantanos
i
marjales,
buena
calidad de las
provisiones
de
abasto,
abundancia ele
agua piara
el servicio de
las
habitaciones,
i
otros
bien
conocidos
objetos
de
polica
domstica.
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