Las consecuencias de una cultura que aún ubica
a las mujeres, en todo su quehacer social, econó-
mico y político, a partir de una menor posición
de poder, inciden en el desarrollo económico de
un país, ya que condicionan la baja inserción la-
boral de las mujeres, la pobreza que tiene rostro
de mujer, la violencia hacia las mujeres, ya sea a
través del acoso sexual callejero, a través de la pa-
sividad erótica de la relación de pareja, la escasa
participación en cargos de representación política,
y también en consecuencias dramáticas como son
los femicidios, asesinatos de mujer por su condi-
ción y posición de género.
La educación en Chile, en los últimos 25 años,
ha tenido logros importantes, que muchas veces
han sido poco conocidos por la opinión pública.
Ejemplo de ello son el aumento sostenido de la
matrícula preescolar, el aumento de los años de
escolaridad de la población, y la masiva incorpo-
ración de las nuevas generaciones a la Educación
Superior técnica y universitaria, con una mayor
proporción de mujeres en relación a los hombres,
la que alcanza a un 51,6% de la matrícula el 2015.
¿Qué es entonces lo que está en cuestión del siste-
ma educativo en Chile?
La brecha y diferencias de aprendizajes entre mu-
jeres y hombres, a partir de su mayor o menor so-
cialización y adscripción a los parámetros rígidos
de lo femenino y lo masculino, a lo que se suma la
condición socioeconómica en la que se nace.
Hoy la “calidad educativa” es uno de los ámbitos más
importantes en discusión, lo que nos lleva a preguntar
qué es lo que se está entendiendo por calidad.
A partir de los distintos instrumentos de medi-
ción, tanto internacionales como nacionales, en-
tre estos la prueba Simce y también de Selección
Universitaria, PSU, se comprende que la calidad
es parte de una ideología curricular, a través de la
cual se privilegia la medición de logros educativos
estandarizados de ámbitos específicos, como son
el lenguaje y las matemáticas
No obstante, hay un reconocimiento, a través de
la reforma de la educación, que da cuenta de que
el contexto social es fundamental en la defini-
ción de calidad.
“El currículo escolar, los
programas de estudio,
textos escolares y
la docencia en las
escuelas, contienen
prácticas y contenidos
que invisibilizan a las
mujeres como parte
del desarrollo país e
ignoran el trabajo no
remunerado de cuidado
y del hogar como parte
de la cadena productiva y
de sostenibilidad para la
vida de toda sociedad”.
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P.P. / Nº3 2016 / Dossier