el mismo apoyo a sus hijos e hijas en relación a sus
aspiraciones profesionales. A nivel de Educación Su-
perior es necesario promover el ingreso de mujeres a
carreras STEM, así como incentivar de igual forma
el ingreso de hombres a carreras feminizadas.
Un excelente ejemplo del tipo de política que se
puede implementar es el programa “Más mujeres
para la ingeniería y las ciencias”, que desde hace
tres años existe en la Facultad de Ciencias Físicas
y Matemáticas de la Universidad de Chile. Se trata
de un programa que se ha propuesto potenciar la
participación femenina en sus aulas, incentivando
el ingreso de mujeres a la Escuela de Ingeniería
a través de 40 cupos especiales para mujeres que
queden en lista de espera (es decir, bajo el último
postulante seleccionado en el proceso regular de
admisión establecido por el Consejo de Rectores de
las Universidades Chilenas, Cruch). Este programa
ha sido exitoso, aumentando el porcentaje de muje-
res en primer año desde alrededor de un 19-20% a
27-28%, aumento que no se explica sólo por los 40
cupos adicionales, sino porque más mujeres postu-
laron a Ingeniería y quedaron aceptadas por sobre
el puntaje de corte, todas con muy buenos resulta-
dos académicos.
Así también es importante facilitar y promover ma-
yor participación de mujeres en el mundo científico,
en política y en altos cargos en las empresas, ya que
los roles ejercen un efecto relevante sobre niños y
niñas. Esto es fundamental, porque los estudios que
comparan los resultados de pruebas internaciona-
les entre países utilizando resultados de las pruebas
PISA y TIMSS (Tendencias en el Estudio Interna-
cional de Matemáticas y Ciencias), muestran que la
brecha de género en el desempeño en matemáticas
se correlaciona significativamente con oportunida-
des económicas y sociales de las mujeres en los paí-
ses, las que se expresan, por ejemplo, en la participa-
ción femenina en el mercado laboral, en trabajos de
investigación y en participación parlamentaria.
padres tienen mayores expectativas respecto de los
hijos que de las hijas a la hora de apoyarles para que
sigan carreras de ciencias, tecnología, ingeniería o
matemáticas (denominadas STEM por su sigla en
inglés), incluso cuando tanto los hijos como las hi-
jas muestran el mismo rendimiento en matemáticas.
En Chile, los padres del 50% de los niños esperaban
que éstos siguieran carreras del área STEM, mien-
tras que los padres de sólo el 17% de las niñas espe-
raban que siguieran este tipo de carreras.
Estas diferencias en la participación de mujeres en
carreras del área STEM tienen su correlato en bre-
chas salariales por género, ya que significa que las
mujeres tienden a estar sub representadas en las pro-
fesiones mejor pagadas en el mercado laboral, como
Ingeniería y Ciencias Informáticas, concentrándose
más bien en carreras como Sicología o Educación,
que reciben menores salarios. Al mismo tiempo, se
pierden talentos para el desarrollo de las ciencias, la
matemática, la ingeniería y la tecnología.
Todo esto evidencia la necesidad de tener políticas
que promuevan la igualdad de género, teniendo en
consideración que los sesgos de género son incons-
cientes. En este sentido, es relevante hacer campañas
y actividades como las que realiza Comunidad Mu-
jer, puesto que ayudan a tomar conciencia y per-
miten que comencemos a producir cambios desde
la primera infancia. Iniciativas como éstas le abren
el mundo a ambos, a niñas y niños, e implica que
a los niños también se les debe ampliar su mirada y
decirles que pueden ser buenos en las carreras que
hoy son consideradas femeninas.
Es fundamental también incluir el tema de géne-
ro de forma transversal en las mallas curriculares de
Pedagogía, así como en la formación en servicio de
los docentes. Junto con esto, también es importante
revisar los libros de texto, porque en ellos también se
observan estereotipos de género. Es relevante, ade-
más, generar conciencia en los padres que deben dar
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Dossier / Nº3 2016 / P.P.