Formación docente,
currículo, clima escolar
Tanto como la igualdad en el acceso al sistema de educación formal, la
preocupación principal de la Unesco y sus estados miembros es asegu-
rar que las relaciones de género se transformen a través de los procesos
educativos a lo largo de la vida. La Unesco promueve una respuesta
con respecto al género a través de un apoyo a los sistemas educativos,
buscando respuestas en todo el sistema; la promoción de enfoques apro-
piados culturalmente y basados en los derechos humanos que apoyen el
empoderamiento de la mujer y unas relaciones más equitativas; el uso
de formaciones y la educación no-formal como puntos de entrada para
tratar la inequidad; el desarrollo de estrategias y materiales educaciona-
les que empoderen a los adultos y el aprendizaje a lo largo de la vida; y
la promoción de un mejor uso de las tecnologías de la información y
comunicación, entretenimiento público y campañas de sensibilización
(radio y TV) para desarrollar mensajes sobre la necesidad de relaciones
de género más equitativas que sean efectivos, adaptados socialmente y
sensibles respecto al género.
La Unesco promueve que las prácticas de formación del personal do-
cente sean sensibles al género y se incorporen como parte integral de su
misión. Un gran número de estados coincidió en reconocer a los “do-
centes” como un sector clave para impulsar la calidad de la educación,
la igualdad de género y la provisión equitativa de una educación para
todos. Unesco trabaja con los países para elaborar y promover currí-
culos y materiales didácticos que representan imágenes positivas de
hombres y mujeres, y de normas sociales que construyan la igualdad,
especialmente los que abordan la educación en sexualidad, historia o
ciencias sociales, entre otros temas. Se busca contribuir a la equidad y
capacitar a niños, niñas y jóvenes para reconocer y romper nociones
dañinas de género.
Conclusiones
Como medio y mecanismo para transformar sociedades, la educación
tiene un poder incomparable. El género debe ser considerado priorita-
rio en la planificación de la educación, desde la formación docente, las
infraestructuras, sus procesos administrativos, hasta el desarrollo de ma-
teriales y los procesos pedagógicos. La participación total y equitativa de
las mujeres es vital para asegurar un futuro sostenible porque los roles
de género son creados por la sociedad y se aprenden de una generación
a otra, son constructos sociales y se pueden cambiar para alcanzar la
igualdad y la equidad entre las mujeres y los hombres.
Empoderar a las mujeres es una herramienta indispensable para hacer
avanzar el desarrollo y reducir la pobreza. Las desigualdades de género
socavan la capacidad de todos de ejercer sus derechos. Así, asegurar la
igualdad de género entre niños y niñas significa que ambos tienen las
mismas oportunidades para acceder a la escuela, así como durante el
transcurso de sus estudios.
“Como medio y mecanismo
para transformar sociedades,
la educación tiene un poder
incomparable. El género
debe ser considerado
prioritario en la planificación
de la educación, desde
la formación docente, las
infraestructuras, sus procesos
administrativos, hasta el
desarrollo de materiales y los
procesos pedagógicos”.
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P.P. / Nº3 2016 / Dossier