Table of Contents Table of Contents
Previous Page  46 / 68 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 46 / 68 Next Page
Page Background

Esperanza Díaz es profesora de Historia y Geografía

en el Colegio Rucalhue de Hualpén (región del Bio-

bío) y hace cuatro años decidió levantar el Círculo de

Mujeres Rucalhue junto a la orientadora del estable-

cimiento. Actualmente, también existen el Círculo

de Hombres y el Círculo de Apoderadas, sin embar-

go, fue el de las estudiantes el que dio el puntapié

inicial a las prácticas y reflexiones de una educación

no sexista al interior del colegio.

“La escuela es una institución

per se

muy masculina y

patriarcal, entonces éstas son las pequeñas vías de es-

capes que una puede generar dentro de ella”, explica

Díaz respecto a por qué surgió este espacio dentro de

un colegio mixto particular subvencionado.

El Círculo se reúne cada quince días y está dirigido a

estudiantes de quinto básico a cuarto medio. La ló-

gica que se instala en este espacio es completamente

distinta a la formal, sustituyendo las clases expositivas

por el diálogo y la horizontalidad. Los temas que se

abordan son diversos, aunque en su mayoría tienen

relación con las inquietudes de las estudiantes, “que

no se abordan en un colegio mixto masculinizado”,

entre ellas, la historia de las mujeres, el sexismo en la

educación, sexualidad y violencia.

“Las chicas han sido capaces de reconstruirse desde

otra posición que no sea la de subordinada y los roles

tradicionales, al mismo tiempo que se han atrevido a

opinar más en clase y están más conscientes de lógicas

El círculo no sexista de Rucalhue

machistas que ahora tratan de evitar, como la compe-

tencia entre ellas mismas. También se atreven a hacerles

ver a las y los profesores que están siendo sexistas en sus

prácticas cuando lo identifican”, cuenta la profesora.

A raíz de lo positivo que ha resultado el taller es que

el colegio decidió desarrollar los otros dos círculos,

donde el de hombres fue particularmente promovi-

do por las estudiantes, quienes querían que estas re-

flexiones también las tuviesen sus compañeros. “Hoy

los y las estudiantes hablan de patriarcado, feminis-

mo y violencia, y se han transformado en temáticas

que a ellos y ellas les preocupan, y esto también es

educación no sexista”, plantea Díaz.

La profesora reconoce que la iniciativa de los círcu-

los ha instaurado temáticas en el colegio, pero aún

evidencia un currículo oculto sexista frente al cual

considera necesaria una reflexión de la comunidad

educativa. “Muchas veces ellas cuentan que notan

que quienes más opinan son los niños, que a las ni-

ñas más ordenadas se les suele sentar al compañero

desordenado al lado, o el mismo hecho de que ellas

deban usar faldas y los niños pantalones”.

Frente a esto, Esperanza Díaz habla del necesario cues-

tionamiento a lo “tradicional” para generar cambios.

“El aula por sí sola no alcanza, la hora y media que ten-

go para hacer Historia no alcanza ni basta, es necesario

idear otras formas de llegar a las y los estudiantes con

otros temas y de una forma realmente crítica y trans-

formadora. Y para mí eso es el Círculo de Mujeres, un

espacio de respiro en este sistema tan agobiante”.

P.44

P.P. / Nº3 2016 / Dossier