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La afectividad e interpretación se integranmetodológicamente con la
ayuda de otros recursos, como lo es la técnica del distanciamiento, ha-
ciendo extraño aquello que se presenta en nuestro sentido común como
algo dado, natural, indubitable. Va un comentario para que se comprenda
qué es el distanciamiento.
En una ocasión tuve que asistir a un juicio oral como perito de la defen-
sa. Se trataba del homicidio de un oficial de policía, del cual estaban im-
putados tres indígenas.Mientras participaba de la situación fui registrando
enmi libreta de campo esos detalles ínfimos que no hacían al fondo de la
cuestión, aquello que no debía suscitar interés interpretativo por ser lo
esperable. Sin embargo, algome estaban diciendo acerca del contexto de
situación. Me detuve en la observación del espacio físico, la distribución
de los lugares asignados para cada uno de los actores: el brillante escrito-
rio sobre un estrado donde se ubicaron los jueces, y en la pared un cruci-
fijo que coronaba sus cabezas; el escritorio dispuesto al fondo de la sala
en oposición a la puerta de ingreso, que obligaba a todos a elevar lamira-
da para verlos; ellos, en cambio podían vernos a todos dirigiendo la vista
ligeramente hacia abajo.Asu derecha tomaron posición el fiscal y la se-
cretaria; de frente a ellos estaban los acusados y su abogada. Curiosa
disposición que indicaba la desigual relación de poder que preside actos
como estos y la sacralidad con que se imbuía a la actividad de juzgar.
Finalmente, registré también la existencia de un estrecho pasillo, del lado
donde se ubicó el fiscal. ¿A dónde conducía, me preguntaba, si nadie
entró ni salió por ahí? ¡Qué angustiosa sensación de indefiniciónme tras-
mitía esa salida! ¿Presagiaba un desenlace o era unamensaje admonitorio
moral de lo que puede pasar(te/nos) en situaciones como esta en la que
estábamos participando?
Agrego una segunda descripción anotada en mi cuaderno de campo,
en el mismo lugar y circunstancia.