Página 471 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional

4O DERECHO INTERNACIONAL
to? Sern una garanta para la Amrica los celos de otros es
tados piodorosos? Pero tantas veces los hemos visto variar ele
ideas, i transijir con sus intereses en una parte del mundo
para asegurarlos en otra, que solo jiodemos pirestar una con
fianza efmera a los clculos fundados sobre las fases momen
tneas del instable horizonte poltico. La mejor de tocias las
garantas es vivir en paz con esas poderosas naciones, i qui
tarlos, en cuanto posible sea, todo motivo, todo piretexto de
injerirse en los negocios ele estas repblicas nacientes. La pri
mera intervencin de una gran potencia martima en las que
rellas recprocas o domsticas de nuestros nuevos estados, debe
ser a los ojos de todo buen americano un agero funesto, un
pireludio de males i calamidades piara muchas jeneraciones.
El Mercurio nos recuerda por la tercera o cuarta vez las
injurias cjue dice ha recibido Chile de la administracin del
jeneral Rosas. Si ellas fuesen efectivas, no serian injurias de
una administracin, sino do la Repblica Arjentina, porque
los actos de todo gobierno en el ejercicio externo do la sobera
na son actos de la nacin. La nacin arjentina debera ser,
piues, el blanco de las venganzas a cjue nos instiga El Mercu
rio. Pero seria prudente (ya que no cjuiere que le hablemos
de jenerosidad), sera cuerdo escojer para vengarnos el mo
mento en que la nacin arjentina corre peligros trascendenta
les a nosotros, como a toda la Amrica? Mucho habria tambin
ejue decir sobre la intelijencia i aplicacin de esa doctrina que
reprueba los actos de jenerosidad de los cuerpios polticos, i
cjue, entendida como la entiende El Mercurio, sera mas dig
na del prncipe de Maquiavelo, cjue de un gobierno culto i hu
mano. Pero no podemos dilatarnos mas.
El objeto que nos hemos propuesto, ha sido vindicar la po
ltica de nuestro gabinete, poniendo a la vista de los chilenos
i los arjentinos las reglas cjue uniformemente han dirijido i
dirijirn su conducta en sus relaciones externas. Hemos evi
tado cuidadosamente toda cuestin de partido. Cuando el tiem
po saque a luz documentos que no pueden verla todava, ellos
darn a conocer si Chile se ha desviado en esta ocurrencia ele
los principios que ha profesado en todos tiempos, i que le han