Página 375 - Obras completas de don Andrés Bello: Volumen X : Derecho internacional
Versión de HTML Básico
384
DERECHO INTERNACIONAL
Sandwich,
Mjico,
Nicaragua,
Nueva
Granada,
Paragua,
Uruguai
i
Venezuela.*
Phillimore,
que
no
pudo
tratar
de
esta
materia
en
tiempo
oportuno
i
tuvo
que
considerarla
de
paso
en
el
prlogo
de
su
tomo
III
(1857),
lo hace
en
estos
trminos: La
conducta,
i
todava
mas,
la conclusin de la
ltima guerra,
sern
memo
rables para
siempre
en
la
historia
i
la
exposicin
del
derecho
internacional.
En
la
conducta
ele
la
guerra,
la Gran
Bretaa
se
desenten
di
de
uno
de
los
mas
ciertos
i
jireciosos
derechos de
los
belije
rantes,
es a
saber,
el
de
confiscar
las
propiedades
enemigas
a
bordo de los
buques
neutrales;
en
la
conclusin de la guerra,
abandon
este
derecho.
Pero
el
abandono
mismo,
no
fu
for
malmente
incorporado
en
las
provisiones
de
un
tratado,
sino
solamente
dado
a
luz
en una
declaracin
adjunta
al
tratado,
con
cuyos
objetos
no
tiene
una
conexin
natural.
(.'Esta anmala
declaracin,
cualquiera
que
sea su
fuer
za
obligatoria,
lleva la
firma
de
la
mayor
parte
de las
piotencias
eurojieas,
pero
no
la de
la
piotencia
mas
interesada,
i,
despus
de
la
Gran
Bretaa,
la
mas
instruida
en
la materia:
los
Estados
Unidos
de
Amrica.
Por
el
contrario,
pocos
meses
mas
adelante,
esa
misma
jiotencia
rehus,
como
tuvo
induda
blemente
la
faculta
1
de
hacerlo,
sancionar
el
principio
jeneral
de
la
abolicin del
corso,
esto
es,
el derecho
de
hacer
la
gue
rra
por la
accin
individual de los
subditos,
lo
mismo
que por
la
del
gobierno;
salvo
cjue
las
mismas
potencias
conviniesen
on un
tratado
que
asegurase
la libertad
de la
navegacin
del
mar a
todos
los
lugares
morcantes,
cualesquiera
ejue
fue
sen.
Hasta
aqu
Phillimore. Pero
despus
de
varias
negociacio
nes
jiarciales,
que
no
jirodujeron
ningn
resultado,
la ad
ministracin del
presidente
Lincoln
jiareci
cortar
el
nudo
adhiriendo pura
i
simplemente
al
nuevo
derecho
jiblico.
Mientras cjue los Estados
Unidos
hacen sentir
su
poderosa
influencia
sobre el derecho internacional europeo,
retrocediendo
*
Don
Carlos
Calvo,
al fin de
su
traduccin
de la
Historia del
de
recho
de
jantes,
por
Wheaton,
18G1.
