DERECHO
INTERNACIONAL
La
pirctica
del
almirantazgo
britnico
es
menos
severa.
Confscanse
los
buques empileados
en
un
aGto
de
ilegal
asis
tencia
al
enemigo
o
de
intervencin
directa
en
la
guerra;
pero
no se
extiende
la misma
pena
a
la
carga, sino
cuando
apare
ce
cjue
los
dueos
de ella han tenido
participacin
en
la
ofensa.
permanecer
en
paz
con
las
potencias
bloqueadas
i
exijiendo
de los
neutrales
que
respetasen
estos
pretendidos bloqueos.
El
primer ejem
plo
sube
a
1827. Haca
cerca
de
seis
aos
quo el
Imperio
Otomano
se
empeaba
en
sojuzgar
la Grecia
rebelde,
i
las
hostilidades
habian
tomado
un
carcter de
crueldad
atroz.
Rusia,
Francia
e
Inglaterra
resolvieron poner fin
a
esta
guerra de
exterminacin;
i
con
esto
obje
to
propusieron
un
plan
de
arreglo
a
las dos
partes
i
ofrecieron
su
mediacin,
declarando que,
si
alguna
de ellas rehusaba
aceptarla,
obrarian do
concierto
para
lograr
lo que solicitaban.
La
Puerta de
sech
esta
intervencin;
i
entonces
los
aliados
bloquearon
todas las
costas
do Grecia
en
cjue
se
encontraban
ejrcitos
turcos;
en
seguida,
se
declar que
este
bloqueo
era
obligatorio
a
los neutrales.
Lo
mas
reparable
fu que
los
representantes
de las
tres
potencias
en
Cons-
tantinopla
no
dejaron
de
protestar
cjue
no se
habia
turbado la paz,
i
que la amistad
de
sus
soberanos subsista
sin
alteracin. Todo el
mundo
sabe
el xito del
supuesto
bloqueo:
la batalla de
Navarino
destruy
las fuerzas navales musulmanas
i
puso
a
los
turcos
en
la
la dura
necesidad de
suscribir
a
las condiciones
dictadas por
los
aliados.
Despus
de
osta
poca,
la
Inglaterra
se
vali del
mismo
medio
para
reducir
a
uno
de los
nuevos
estados de
Amrica
a
concederle
ciertas
satisfacciones.
La
Francia lo
emple
igualmento
contra
Mjico;
i
despus
de dos aos
do
bloqueo,
cuando
un
ataque
de
los
mas
vivos
hizo
caer
en sus manos
la
fortaleza
de San Juan de
Ulloa
(Ula),
pro
testaba
todava
que
no
estaba
en
guerra
con
los
mejicanos.
Finalmente,
en
1838,
la
Inglaterra
i
la
Francia establecieron ce
concierto
un
bloqueo
pacfico
sobre los
puertos
de la
Repblica
Ar
jentina;
i
al
cabo
de
mas
de
diez
aos
de
existencia de
este acto
de
guerra sostenan
todava los
bloqueadores
que la paz
no
habia casado
jamas
de
reinar
entre
ellos
i
la
repblica.
Tales
bloqueos
fueron de
clarados
obligatorios
para
los
neutrales,
i
aun
se
notificaron
diplom
ticamente
a
las
cortes
amigas.
El
bloqueo
de Buenos
Aires
atrajo
gran
nmero de
expediciones
en
que las
naves
do
guerra
i
las
embarcacio
nes
francesas
o
inglesas,
tomando,
quemando
o
destruyendo
buques
arjentinos,
han
observado
una
conducta que,
apesar de toda
mi
buena
voluntad,
no
me
es
posible
llamar
pacfica.
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