Luego de aprobar
nemine discrepante
(es decir, por unanimidad) su examen
ante una comisión presidida por el
abogado y canónigo Dr. Juan Francis-
co Meneses, Rector de la entonces Uni-
versidad de San Felipe de la República
de Chile, el jueves 15 de noviembre de
1836 recibió el grado de bachiller en la
Facultad de Sagrados Cánones y Leyes
don Andrés Bello (Caracas, 1781 –
Santiago de Chile, 1865). Fue el único
grado en derecho que tuvo el políma-
ta a quien la Enciclopedia Britannica,
una obra reconocida por su parsimonia
encomiástica, describe como
“the inte-
llectual father of South America”.
El examen tuvo lugar en el edificio
construido por el Cabildo de Santiago
(hoy la Municipalidad) para la Real
Universidad, ubicado donde hoy está
el Municipal de Santiago. Ahí se dictó
la primera lección de sagrados cánones
y leyes, el 9 de enero de 1758, el origen
de la educación profesional chilena. Ahí también, el 17 de sep-
tiembre de 1843, tuvo lugar la instalación de la Universidad de
Chile, ceremonia que presidió Manuel Bulnes Prieto, su primer
patrono chileno. Fue el único edificio institucional que Bello co-
noció, y en el que desempeñó su cargo.
Bello no fue abogado: no ejerció ni como litigante, ni como
juez, ni como notario. Pero fue el más eminente jurisconsulto
del mundo hispanoparlante en el siglo XIX, un estudioso del
derecho que formó a muchos abogados y que ofreció consejo
erudito sobre asuntos legales a diversos gobiernos. He aquí un
ejemplo más de su superior inteligencia. De haberse habilitado
para ejercer como abogado, Bello se hubiera hecho de muchos
enemigos. Y, como extranjero llegado a Chile cuando “frisaba la
edad de nuestro hidalgo con los
cincuenta años”, no podía permi-
tirse ese lujo.
¿Por qué cambió Londres, en-
tonces la capital política, comer-
cial e intelectual del mundo, por
Santiago de Chile? ¿Cómo logró
Bello, en menos de tres lustros,
encumbrarse a rector? La figura
clave es el abogado, comerciante
y militar Francisco Antonio Pin-
to Díaz de la Puente, el primer
agente diplomático acreditado
por Chile. Se conocieron en Lon-
dres en 1813. Como Presidente
de la República, Pinto lo con-
trató para servir a Chile. Bello
vino porque su amigo era el jefe
del Estado. Ya en Chile fueron
compadres. Y en 1841, cuando
Bulnes alcanzó la presidencia de
la República y se casó con Enri-
queta Pinto Garmendia, la “últi-
ma pipiola”, hija mayor de Pinto, este último estuvo en posición
de convencer a su yerno de designarlo rector.
Bello es un puente de plata que conecta a la Universidad de San
Felipe, que lo graduó, con la Universidad de Chile. Proyectó y
orientó la formación de abogados “filipinos”, que tanto contri-
buyeron a la forja de la República y a la administración del Esta-
do, durante los siglos XVIII y XIX. ¿Dónde estaría Chile hoy de
no haber contado con Bello durante 36 años?
Por Miguel Orellana Benado,
D. Phil (Oxon.);
B.Sc(Lond); GPE (Chilen.)
Profesor asociado de filosofía del derecho
LA CHILE EN LA HISTORIA DE CHILE
Andrés (de Jesús María y José) Bello (López)
( 1 7 8 1 - 1 8 6 5 )
Crédito foto: Andrés Bello, Colección Archivo Fotográfico, c. 1862.
Iluminación digital Andrea Durán, Unidad Gráfica Digital, Archivo Central Andrés Bello, Universidad de Chile, 2015.