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como "una entidad constante y duradera que se desarrolla en la negación

de sus orígenes y manifestaciones anteriores, avanzando siempre hacia

una diferenciación y una autonomía mayores" (Fizpatrick, 1998: 153), y

que como todo mito -lo mencionó por su parte Lévi-Strauss-, permite

superar la contradicción entre el tiempo histórico trascurrido y una cons-

tante permanente

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.

Lo anterior no es baladí. No se debe olvidar que es justamente esta

ideología la que legitimaba la colonización y asimilación de las culturas

-perdóneseme la definición negativa- "no-occidentales". Como ha adver-

tido Derrida, allí donde hay

telos

, donde hay una teleología que parece

guiar, ordenar y tornar posible una historicidad, la anula por las mismas

razones, neutraliza la irrupción imprevisible e incalculable, la alteridad sin-

gular y excepcional de

lo que

viene, de

quien

viene, y sin lo cual, sin el

cual, "nada ocurre ya" (Derrida, 2002: 9). Bajo el teorema del progreso,

el "otro" (individuo o sociedad) no es "des-cubierto" como algo "distinto",

sino "en-cubierto" como

materia

donde se proyecta "lomismo", aunque

aún no plenamente desarrollado -el "hombre en bruto", como decíaHegel

respecto de África- (Dussel, 1992: 45 y 46). Desde aquí, la operación

mental europea es sencilla: si la jurisprudencia (

jurisprudence

) de las na-

ciones europeas que describeAustin efectivamente representa la "juris-

prudencia llegada á la madurez", y las concepciones de derecho de las

sociedades orientales representan los "estados primitivos", la "infancia del

género humano", entonces es el deber moral de Occidente el "civilizar" a

estas sociedades, "pasar-las" de la potencia al acto; para decirlo en térmi-

nos kantianos, ayudarlas a salir de su "autoculpable minoría de edad".

Maine, a no dudarlo, no escapa a esta tendencia; baste para ello revisar

su opúsculo

The Effects of Observation of India on Modern European

Thought

(1887). En este escrito, Maine defiende la inserción de India en

lo que llama el "progreso" (Maine, 1887: 237-239). Este, aclara, si bien

tendría naturaleza difusa, como un conjunto de principios e influencias,

posee el efecto innegable de que "when a society is once touched by it, it