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pedían que las actas se escrituraran.Así pues, en muchas oportunidades
vi a los jueces decir al joven secretario indígena qué cosa mecanografiar.
Los jueces y el secretario usualmente hablaban en tzotzil, pero el acta
debía ser escrita en español. Las actas también tenían que ajustare a un
formato ya establecido que comenzaba con la fecha, el lugar, los nombres
de los jueces y litigantes, etc., seguido de una breve descripción de los
"hechos", y finalizando con los términos del
acuerdo.Alescuchar a los
jueces y el secretario decidir qué incluir, yo estaba fascinada de observar
cómo ellos elaboraban los documentos que iban apareciendo para que al
menos en lo superficial no se violaran las leyes del Estado. Por ejemplo,
ellos describieron un caso de brujería como uno de asalto físico y conve-
nientemente omitieron cualquier mención a una sentencia de cárcel que
fueramás allá de lo que la ley estatal permitía a los jueces indígenas impo-
ner. Yo también estaba entretenida al observar cómo muchas actas des-
cribían a los litigantes como personas que habían alcanzado un "acuerdo
armonioso" que de acuerdo a la ley estatal era supuestamente lo que los
tribunales indígenas debían entregar. La inclusión de esta declaración, por
supuesto, estaba diseñada para defender a los jueces de litigantes furiosos
que pudieran tratar de impugnar el acuerdo apelando ante las autoridades
estatales superiores (Speed y Collier, 2000).
Finalmente, la observación directa permite a un investigador obtener
una comprensión más exacta de la gama de casos que se presentan ante
un foro particular que la que permite la recolección de recuerdos de casos
por medio de informantes. En 1997-98, por ejemplo, vi a los jueces ma-
nejarmuchas disputasmaritales y peleas familiares que era poco probable
que recordaran en el futuro. Sentarme en la sala del tribunal también me
dio ideas sobre otras actividades judiciales. Los jueces que observé no
solo manejaban casos, también ocupaban su tiempo aconsejando a los
individuos que acudían a ellos para preguntar qué hacer respecto de una
persona perdida, una pelea matrimonial o una deuda impaga.Asimismo,
los jueces ocupaban su tiempoconsultandoconotras autoridades delmismo
municipio y con dignatarios visitantes.