Derechos humanos y relaciones internacionales - page 150

to de todos los regímenes de opresión, con tal que fueran
darament~
anticomunistas.
Sin embargo, ese solo hecho no es suficiente para poner fin a los
regímenes de fuerza. Pero sí puede ser suficiente como para alentar
falsas ilusiones en sus opositores, aún demasiado enfrascados en su
visión tradicional de la política de Washington.
Históricamente, una demostración de oposición de Washington a
Somoza, seguida de un alzamiento armado interno
y
de una amplia
rebelión social, hubiera puesto en marcha todos los mecanismos de
presión -CIA, Pentágono, Marines-, y a los pocos días el dictador
habría sido derrocado. No ha ocurrido así en este caso.
La
violación sistemática de los derechos humanos está amplia–
mente comprobada en Nicaragua. La amistad de los Estados Unidos
se pierde junto con la asistencia militar y económica. El pueblo se
esperanza
y
se alza. El dictador decide resistir a sangre
y
fuego
y
desata una masacre represiva. La sola presión diplomática y el clamor
de la opinión pública resultan manifiestamente insuficientes para de–
tener la acción represiva. En resumen, un deterioro adicional de los
derechos humanos en Nicaragua sin que nadie pueda hacer algo po_
sitivo por evitarlo.
A esto debe agregarse la forma en que se trasluce desde los pro–
pios Estados Unidos el temor de algunos sectores oficiales de que una
brusca <aida de Somoza entronice un Gobierno de ultraizquierda en
ese país. Ese riesgo parece primar en muchos por sobre el tema de
los derechos humanos. En consecuencia, la salida del problema se
h:lce mnfusa, costosa
y
poco gallarda.
La política de Derechos Humanos de la Administración Carter ha
demostrado su consecuencia política y diplomática. Pero ha dejado al
descubierto su debilidad operacional y táctica cuando se halla frente
a quienes están dispuestos a violar los Derechos Humanos a cualquier
precio. Es el mismo fenómeno que les ocurre con los disidentes so–
viéticos.
e) Por último, conviene hacer una referencia al tema de Cuba. La
administraóón Carter inicia el proceso de retornar a relaciones nor–
males entre ambos países. En ello va más lejos
y
en forma más gradual
que lo que intentaron hacer sus antecesores.
Io importante de reseñar es que el meollo de esta negociación es
el. tema de los Derechos Humanos. El totalitarismo castrista recu–
bierto del manto de propaganda de la revolución debe silenciosamente
comenzar a reconocer ......i.al menos implícitamente-- la forma en que
viola los Derechos Humanos. Sin mayor estruendo, peco en forma
sostenida, las GÍrceles cubanas comienzan a abrirse para liberar pri–
sioneros que llevan más de una década detenidos. Y se anuncian nue–
vos progresos y mayores cantidades de llberaciones.
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