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DERECHO INTERNACIONAL
nos
las tierras:
nadie
podria
contar
con
el
jiroclucto
del camjx>
ejue hubiese
arado
i
sembrado;
los
industriosos
trabajaran
jiara los
holgazanes.
Es verdad que,
mientras
es
libre
la
navegacin
de los
mares,
un
descubrimiento
en
las
artes
de
construccin,
en
la nutica
o
en
la
jeografa,
no
aprovecha
ex
clusivamente
a
la
nacin
inventora;
pero
ella
reporta
las
pri
meras
ventajas;
i
desjiues
cjue
ha
sido suficientemente
jiremiada
es
cuando el
invento
til
entra
en
el
patrimonio
comn
de los
pueblos.
Este
es
el
curso
ordinario de
las
cosas,
i sin
disputa,
el
que
produce
mayor
suma
de utilidad
al
jnero
humano;
pior
consiguiente,
el
mas
justo.
No
hai,
pues,
motivo
alguno
que
lejitime
la
apropiacin
del
mar
bajo
el
aspecto
en
que ahora lo consideramos.
Ademas,
l
sirve ya
a
la
navegacin
de
casi
todos los
pueblos:
este
es un
uso
cjue
les
pertenece,
i
de
cjue
no es
lcito
despiojarlos.
Pero,
bajo
otro
aspecto,
el
mar
es
semejante
a
la
tierra. Hai
muchas
piroducciones
marinas
que
se
hallan
circunscritas
a
ciertos
parajes;
porepue,
as
como
las tierras
no
dan todas
unos
mismos
frutos,
tampoco
todos
los
mares
suministran
unos
mis
mos
productos.
El
coral,
las
perlas,
el
mbar,
las
ballenas,
no
se
hallan
sino
en
limitadas
porciones
del
ocano,
que
se em
pobrecen
diariamente
i
al fin
se
agotan.
Las
ballenas frecuen
taban
en
otro
tiempo
el
golfo
ele
Vizcaya;
hoi
dia
es
necesario
perseguirlas
hasta
las
costas
de
Groenlandia
i
de
Spitzberg;
i
pior
grande
que
sea
en
otras
especies
la
fecundidad
de la
na
turaleza,
no
se
puede
dudar que
la
concurrencia
de muchos
pueblos
baria
mas
difcil
i
menos
fructuosa
su
pesca,
i
acabara
pior
extinguirlas,
o
a
lo
menos
por
alejarlas
de
unos mares a
otros.
No
siendo,
piues,
inagotables,
parece que sera
lcito
a
un
pueblo
apiropiarse
los
parajes
en
que
se
encuentran
i
que
no
estn actualmente
posedos
por
otro.
De
aqu
el
empeo
de
ciertos
estados
en
arrogarse
el dominio de considerables
porcio
nes
del
mar,
para
ejercer
en
ellas el
dominio exclusivo de pes
ca,
concedindolo
solamente
por
privilejios
a
ciertas
naciones
i
con
ciertas
restricciones.
As,
la
Dinamarca,
no
contenta
con
la
soberana
del
Bltico,
asjiir
a
la de la
alta
mar
septentrio
nal.
Pero
de
estas
pretensiones,
que
han
dado
una
pajina
cu-
1...,74,75,76,77,78,79,80,81,82,83 85,86,87,88,89,90,91,92,93,94,...637