Educación Superior
y desarrollo humano
Las preguntas sobre el futuro de la Educación
Superior y sobre el futuro del desarrollo chileno
están relacionadas.
La crítica al modelo neoliberal de educación pública
se basa en esta idea de que las universidades están
muy giradas hacia lo externo y lo externo significa el
mercado. No sé si esa crítica es justa, pero sí creo que
estamos dando por superada la noción de desarrollo
desde la perspectiva neoliberal y que el sistema de
Educación Superior tiene que orientarse hacia una
noción mucho más compleja de desarrollo. Un de-
sarrollo humano integral, no solamente económico,
sino uno que contiene un componente social, polí-
tico, afín a nociones de bienestar multidimensional
que involucran desde el bienestar material hasta la
participación de la ciudadanía, pasando por la sus-
tentabilidad ambiental.
Si creemos que el sistema de Educación Superior
debe estar orientado a este desarrollo integral, en-
tonces naturalmente estamos convocados a pensar
una universidad distinta, no solamente orientada a
las necesidades del mercado, a las productivas o a la
competencia con otras universidades, sino también
hacia proyectos nacionales, y que promueva la cola-
boración entre universidades como aproximación a
estos problemas.
Universidades estatales y
la construcción del Estado
Una dimensión central del desarrollo tiene que ver
con el rol del Estado y, en el contexto específico de
la Educación Superior, con el papel de las institu-
ciones estatales.
Aquí hay visiones distintas, pero si hay algo que ca-
racteriza la esencia del momento neoliberal es la idea
de un Estado mínimo que, en mi opinión, llega al
punto de la negligencia. Esto se refleja muy clara-
mente en el abandono del Estado chileno de la edu-
cación pública. Pero en el mundo que enfrentamos,
tras décadas de hegemonía neoliberal y desregula-
ción -y donde habrá distintas valoraciones sobre el
progreso alcanzado-, la pregunta es si tiene sentido
promover un paradigma distinto para enfrentar los
grandes desafìos de la sociedad.
Sabemos que el mercado no va a resolver los prin-
cipales problemas que tiene la humanidad: no va
a resolver el calentamiento global, ni la paz social,
ni la estabilidad, ni la democracia; no va a resolver
el problema de la desigualdad, ni la cura contra el
cáncer, ni el problema de la innovación, ni la di-
versificación productiva. Entonces, el Estado tiene
que jugar un papel distinto, no necesariamente un
rol que ahogue al sector privado, pero un rol dife-
rente, más dinámico. Lo que Mariana Mazzucato
llama el Estado emprendedor, que puede planificar
estratégicamente, que articula, coordina, coopera
con la sociedad civil y con el sector privado, y for-
talece la democracia.
La pregunta, entonces, es qué rol juega la red de
universidades públicas, en generar o dinamizar ese
cambio en el rol del Estado. Cuando uno piensa en
la reestructuración de la Educación Superior y, en
particular, el sistema estatal de instituciones de Edu-
cación Superior, resulta natural que la orientación
del sistema estatal esté vinculado a las necesidades y
al desarrollo del país y a colaborar con la construc-
ción del Estado que requiere el desarrollo chileno.
El nuevo sistema de universidades estatales debe
contribuir al fortalecimiento y modernización de un
Estado. El sistema público está llamado a jugar un
rol protagónico en fortalecer las capacidades y recur-
sos humanos en todo el territorio, un aspecto crítico
para mejorar los servicios esenciales que provee el
Estado (por ejemplo, salud pública), procesar las
nuevas demandas asociadas
a reformas como la educacio-
nal, facilitar una articulación
virtuosa con el sector priva-
do, potenciar comunidades
cívicas y productivas.
“Si creemos que el sistema de Educación Superior
debe estar orientado a este desarrollo integral, entonces
naturalmente estamos convocados a pensar una universidad
distinta, no solamente orientada a las necesidades del mercado, a
las productivas o a la competencia con otras universidades, sino
también hacia proyectos nacionales, y que promueva la colaboración
entre universidades como aproximación a estos problemas”.
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P.P. / Nº1 2016 / Dossier