Transparencia, lucha contra la corrupción y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos - page 47

47
sus recursos e instituciones es la razón por la cual tiene sentido luchar contra la corrupción. El
Estado debe ser, por lo tanto, visto como el aliado y el destinatario principal de los esfuerzos de
las organizaciones, aunque sea esperable encontrar resistencias en su interior.
En ese sentido, también cabe destacar que el Estado no es un ente homogéneo: las distintas
instituciones que lo componen pueden tener visiones muy distintas y niveles de receptividad
disímiles a la incorporación de la perspectiva de derechos humanos o de la transparencia
56
.
Es necesario, por tanto, no ser simplistas en los diagnósticos, y considerar estas diferencias al
interior del Estado como oportunidades que permitirán introducir medidas de forma paulatina.
Lo mismo cabe decir respecto de la sociedad civil, que tampoco es un conjunto armónico de
organizaciones luchando todas por los mismos objetivos. Por el contrario, lo que caracteriza a
la sociedad civil es la diversidad de su composición, y las visiones contradictorias que defienden
los diferentes grupos. Por ello, de la misma forma que no debe demonizarse al Estado, tampoco
debe idealizarse a la sociedad civil: en su interior, también hay grupos que participan de actos
de corrupción o que defienden visiones contrarias a los derechos humanos
57
. Por lo anterior,
es necesario que las mismas organizaciones se encuentren en un proceso constante de
cuestionamiento, revisando sus políticas internas para transparentar su gestión y evitar que
irregularidades en su interior puedan afectar la legitimidad de las ideas por las cuales se
encuentran combatiendo.
Un tercer actor que se buscó visibilizar en la discusión se refirió a los grupos de profesionales y
técnicos que podrían auxiliar a las organizaciones no gubernamentales en las tareas de lucha
contra la corrupción y protección de los derechos humanos. Se mencionó la necesidad de
incorporar ya no solamente a abogados, sociólogos o cientistas políticos en el análisis, –las
profesiones más comunes en estas áreas– sino también economistas, contadores y auditores,
que podrían ayudar a las organizaciones a formarse en aspectos más técnicos relacionados
con estas materias.
En cuarto lugar, en la idea de incorporar al SIDH en la lucha contra la corrupción, es
particularmente necesario apuntar a que los miembros y el
staff
de la Comisión y la Corte
Interamericana sean introducidos a trabajar en anticorrupción y transparencia, para hacerlos
también más receptivos a los argumentos que podrían plantearse desde las organizaciones.
Por último, es de la mayor importancia hacer presente a la ciudadanía en general como el
actor y destinatario principal de las demandas de ambas agendas. En ese sentido, la labor
de difusión tanto del Estado como de las organizaciones es fundamental, a efectos de hacer
56
DAGNINO, Evelina; PANFICHI, Aldo y OLVERA, Alberto. “Para otra lectura de la disputa por la construcción
democrática en América Latina”. En: DAGNINO, Evelina; PANFICHI, Aldo y OLVERA, Alberto (Comps.).
La disputa por la construcción democrática en América Latina
. México: Centro de Investigación y Estudios
Superiores en Antropología Social, Universidad Veracruzana – Fondo de Cultura Económica, 2006, pp. 21-22.
57
Ibídem, pp. 17-18.
I N F ORME
1...,37,38,39,40,41,42,43,44,45,46 48,49,50,51,52,53,54,55,56,57,...188
Powered by FlippingBook