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Ética de la investigación con embriones humanos
tirpes celulares lesionadas por enfermedad.
El cordón umbilical tiene la función de
proporcionar oxígeno y nutrientes al feto
durante el embarazo; pero, a partir del na-
cimiento, pierde su utilidad. Se pueden
crear bancos de estas células para uso tera-
péutico.
Existe también la posibilidad de crear lí-
neas de células madre sin impedir por ello
que el embrión se desarrolle y nazca, utili-
zando la técnica de biopsia embrionaria
para el diagnóstico genético preimplanta-
cional, en que se separa sólo una célula o
dos del embrión y éste sigue desarrollán-
dose. Se podrían obtener líneas “persona-
lizadas” de células que serían propiedad
de cada persona. Sin embargo, si este pro-
cedimiento se realiza en el estado de móru-
la, en que cada una de las células es toti-
potente, tendrían la capacidad de generar
un ser humano completo. Nos encontra-
mos con la dificultad de que una misma
célula puede desarrollarse en un ser hu-
mano completo o en una línea celular de-
terminada, dependiendo del medio en que
se le disponga.
Otro problema ético lo constituye la clo-
nación por transplante nuclear. Si ésta se
usa para propósitos reproductivos, la idea
es combinar la técnica de la clonación con
la obtención de células madre, de manera
de generar –de forma artificial– gemelos
idénticos de las personas adultas y em-
plearlos como bancos de tejidos en previ-
sión de presentes o futuras enfermedades.
Para algunos investigadores el “huevo ac-
tivado” creado en el proceso de clonación
no es moralmente equivalente al cigoto.
Ya hemos dicho que toda célula estructu-
rada con toda la información de ser hu-
mano constituye el comienzo de la vida
humana. Si al huevo activado le faltase al-
gún elemento estructural fundamental no
sería ser humano, pero es difícil saberlo
con la tecnología actual y, en todo caso,
estamos jugando con límites imprecisos
sobre la vida humana. Además, estamos
lejos de saber si las células producidas por
clonación serán efectivas para el cultivo y
la posterior integración en el organismo
sin producir problemas.
Muchas de las preguntas de los investi-
gadores deben responderse primero en
modelos animales. No estamos en con-
diciones, en el momento actual de la in-
vestigación, de confrontar los resultados
terapéuticos obtenidos y obtenibles uti-
lizando las células madre embrionarias y
las células madre adultas. Pero, debido a
que las células madre embrionarias pre-
sentan una serie de problemas éticos y
legales que las células madre adultas no
tienen, no es aconsejable investigar con
las primeras. Las células embrionarias
humanas han sido aisladas recientemen-
te y no sabemos si serán realmente tan
útiles como se piensa.
En resumen, toda investigación sobre
embriones humanos que implique la des-
trucción de los mismos va en contra del
respeto a la vida humana desde su inicio.
Países como Inglaterra aceptan la investi-
gación en embriones, incluso la no tera-
péutica, porque se basan en una ética uti-
litarista, de acuerdo a la cual –en el
balance– gana el bien social sobre el dere-
cho individual del embrión: éste no ten-
dría derecho inviolable a la vida.