FOTO FELIPE POGA
“HAY QUE DOTAR A
LAS UNIVERSIDADES
ESTATALES DE
AUTONOMÍA EN SU
FINANCIAMIENTO
Y EN SU FORMA DE
GOBIERNO”
POR MARÍA OLIVIA MÖNCKEBERG
Me pidieron hablar de financiamiento y lucro por mi libro
Con fines de lucro. La escandalosa historia de las universidades
privadas de Chile.
El tema es bien amplio, y uno también po-
dría abordar más en detalle el tema del financiamiento a las
universidades estatales, o de todas las universidades. No tra-
taré eso porque tenemos un tiempo acotado, pero una refe-
rencia ilustrativa para considerar: sólo el 8% del presupuesto
de la Universidad de Chile corresponde hoy a financiamiento
directo por parte del Estado.
Tras revisar el proyecto de ley de reforma a la Educación Su-
perior percibo que abre más preguntas que respuestas sobre
todos los temas, y en particular sobre financiamiento y res-
pecto de cómo evitar el lucro.
Vale la pena dar una mirada a algunos hechos para entender
el panorama actual. Chile presenta el récord de financia-
miento privado en la Educación Superior. Año a año te-
nemos las estadísticas de la OCDE y otras comparaciones,
y todas van en la misma línea. Sabemos que son las pro-
pias familias o los estudiantes quienes se endeudan y que
el Estado apoya con becas y créditos para que estudien en
universidades públicas, en privadas y en institutos -que sí
tienen permiso para lucrar-. Los aranceles están entre los
más elevados del mundo y los grandes grupos económicos
y algunos empresarios han hecho grandes negocios con la
educación desde que se impuso el modelo neoliberal. No
hay fiscalización adecuada, no la ha habido en estos años y
por ahora no se advierte que vaya a existir.
En contraste, hoy la Educación Superior pública apenas re-
presenta el 14,8% de la matrícula, mientras año a año siguen
aumentado los estudiantes en las entidades privadas nacidas
después de 1981.
El Crédito con Aval del Estado (CAE) ha tenido un cre-
cimiento notable en los últimos años. Partió en 2006 y se
fueron endeudando los estudiantes y sus familias, con el
respaldo del Estado. Unos dicen: “Pero permitió que mu-
chos más estudiantes llegaran a estudiar”. Puede ser cierto,
pero el costo ha sido muy alto y el aval del Estado significa
que si no responde el estudiante, responde -y
lo está haciendo- el Estado.
El CAE ha ido de la mano del aumen-
to desenfrenado de las matrículas de
universidades e institutos privados.
Columna
Premio Nacional de
Periodismo 2009
Directora del
Instituto de
la Comunicación
e Imagen
P.38
P.P. / Nº3 2016