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sesenta, respectivamente, sus investigaciones no tuvieron un enfoque es-
pecífico de género
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.Apesar de ello, los textos que escribieron proporcio-
nan importante información para conocer la situación de lasmujeres indí-
genas, ya que documentaron las diversas maneras en que estas se
involucraban activamente en conflictos familiares, vecinales y comunita-
rios, como es el caso de los problemas conyugales y por el reparto de la
herencia (ante la preferencia de otorgar las tierras de cultivo a los hijos
varones), y las jerarquías de género que se encuentran presentes en estas
sociedades. La utilización que hicieron del método de estudio de casos,
en relación con las demandas femeninas, hizo posible conocer las ofensas
y agravios por las cuales las mujeres disputaban, así como los derechos
que reivindicaban en su condición de hijas, esposas, parientas ymiembros
de la comunidad, mostrando al derecho indígena en acción, y las formas
de impartición de justiciamunicipal, en contextos social y culturalmente
situados (Collier, 1973; Nader, 1990)
4
.
Los trabajos de Laura Nader y Jane F. Collier son pioneros, porque
por primera vez las mujeres aparecen formando parte activa de una so-
ciedad, en la que existen normatividades, derechos y obligaciones, así
como conflictos, en los que ellas participan activamente cuestionando ro-
les, jerarquías y reclamando por los derechos que consideran han sido
lesionados.Alanalizar las disputas en que hombres ymujeres intervinie-
ron, sus planteamientos sentaron la base para abordar el estudio de la
relación entre los géneros y el derecho enMéxico; estos trabajos han sido
también fecundos para mostrar el despliegue de las normas que fueron
transgredidas, cuestionadas y reivindicadas, las lógicas culturales que sus-
tentan las prácticas jurídicas, y los diferentes roles de género que fueron
reivindicados por hombres ymujeres. Nos muestran también que el juz-
gado municipal se convierte en una arena de negociación normativa, de
construcción y redefinición de las relaciones de género, y en un espacio en
el cual las mujeres indígenas pueden cuestionar las normas y los valores
del grupo, así como negociar los términos de la relación con su pareja.