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V
iajeros
y
botánicos
en
C
hile durante
los
siglos
xviii
y
xix
coronel Bernardo O’Higgins dirigir la primera acción militar,
un pequeño enfrentamiento en Linares en el cual triunfó sobre
el reducido grupo realista. Luego vino el combate de El Roble,
donde la temeridad de O’Higgins decidió la victoria patriota en
una acción que, prácticamente los realistas tenían ya ganada .
En el transcurso del combate O’Higgins pronunció la famosa
frase.: “Vivir con honor o morir con gloria. El que sea valiente
que me siga”.
A principios de octubre de 1814 tuvo lugar la desastrosa batalla
deRancagua en la cual lamayor parte del ejército patriota debió
ser comandada por O’ Higgins por no encontrarse presente en
ese lugar el Comandante en Jefe, el héroe José Miguel Carrera
y porque el general de mayor rango allí presente el héroe, Dn.
Juan José Carrera, le entregó a O´Higgins el mando de sus
tropas. El ejército patriota fue aniquilado y casi todos sus escasos
sobrevivientes se vinieron a Santiago.
Tras la derrota sufrida en Rancagua por las tropas de Chile y la
posterior reconquista del país por las fuerzas realistas, no había
posibilidad alguna de que el Ejército deChile se rehiciera en este
país ocupado por el enemigo. El ejército libertador forzosamente
debía organizarse y venir desde un país libre e independiente.
En Sudamérica en 1814 solo había dos países no ocupados por
los realistas: Argentina y Paraguay. Todos los demás que, entre
1808 y1810, (AltoPerú, Ecuador,Colombia,Venezuela,México)
proclamaran su independencia habían sido reconquistados por
los ejércitos del rey. Lamarina real también se enseñoreaba en el
oceáno Pacífico y así lo hizo hasta 1817 cuando por vez primera
un país: Chile, comenzó a formar una escuadra que en 1818
aventó los barcos reales de las aguas del Pacífico.
El único país donde podía formarse un ejército que viniera
a combatir para liberar Chile de la dominación realista era
Argentina. Para esodebía conseguirse soldados, armas yungeneral
y organizador dotado de una competencia genial para organizar
y realizar el paso de tropas , animales y pertrechos a alturas de
vértigo enuna cordillera como ladeLosAndes.Nadie enAmérica,
EuropaoAsiahabía intentado semejantehazaña. (El general Simón
Bolívar en1819, cruzó losAndes venezolano-colombianos conuna
tropa inicial de tres mil hombres. En el trayecto murieron dos
mil. La historia no registró el número demujeres acompañantes
tambiénmuertas lo cual abultaría considerablemente las cifras).
Sólo en Argentina existía un hombre con esa imprescindible
capacidadorganizadora y, además, deseosode realizar tal hazaña:
¡Don José de SanMartin!
Se debía también reclutar soldados para integrar las filas de ese
ejército. Chilenos dispuestos a enrolarse, sólo alrededor de mil
quinientos. Pocos para un ejército. Era preciso entusiasmar a
hombres argentinos. Entre los jefesmilitares deChile entonces en
Mendoza, ninguno tenía el poder de convocatoria necesariopara
convencer a los argentinos, ni O’Higgins, ni Freire, ni Alcázar,
ni Mackenna, ni Carrera –quien lo pudo comprobar en l820
cuando tratóde formar un ejércitopara combatir enChile y solo
consiguió enrolar los poco más de seiscientos chilenos, muchos
de ellos ex soldados realistas desterrados a Argentina en 1813 y
1814, repartidos endiversos regimientos por el gobierno argentino
y tras varios años yapatriotas “convencidos”–que lo acompañaron
inicialmente y luego fueron cayendo en diversas batallas.
Los argentinos no veían aChile comoundestino tentador donde
se pudiera conseguir fácilmente una buena recompensa. Además
los argentinos querían obedecer a jefes argentinos…
Por suerte para Chile, existía un hombre capaz de entusiasmar a
argentinos para formar un ejército libertador deChile: ¡el general
José de San Martín!... además él deseaba hacerlo. El estaba
convencidoquemientras hubiera un gobierno realista enChile la
independenciadeArgentinano estaba segura. Existiría siempre el
