Derechos humanos y relaciones internacionales - page 56

Quisiera entrar al tema por medio de una comparación. A1·mirar
a la América Latina de los últimos 20 años, creo que la peor expe–
riencia de lucha antisubversiva fue la de Batista, que era una dictadura.
y
hl
mejor experiencia, a mi juicio, ha sido la de los gobiernos ve.
nezolanos de Betancourt, Leoni y Caldera, que eran democráticos. De
manera tal que en esta materia no hay dogmas. A veces -y hay prue–
basde ello- la democracia y los grupos moderados que l!ll sustentan,
no han sido capaces de encontrar una solución al desafío de la vio.
lencia que, por lo general, en las democracias es a la vez de izquierda
y de derecha. Pero en otros casos, la democracia ha demostrado ser
muy eficaz en la superación de estas amenazas.
Si miramos a Batista, veremos que él fue barrido del poder por
un pequeño grupo de insurrectos. Como lo he recorda:do en un pe–
queño ensayo que acabo de publicar, Fide! Castro, un año antes
de
su triunfo contaba con apenas 120 hombres mal armados. Ocho me–
ses antes de la victoria, en mayo de 1958, disponía a 240 hombres
armados
y
las batallas decisivas las dio con no más de 500.milicianos.
En frente,Batista contaba con un ejército numeroso, más del doble
de numeroso que el ejército urugu'ayo que en 1972 destruy6a los
"Tupamaros" en seis meses. El ejército cubano disponía de 30.000
hombres
y
parte de sus oficiales había recibido entrenamiento norte–
americano. ¿Por qué cayó Batista? Ciertamente no por ·la mayor fuer–
za militar de loa guerrilla de Fide! Castro. Batista cayó debido a grue–
sos errores políticos, entre los cuales uno de los más graves fue su
propia estrategia contrasubversiva. En primer lugar, Batista fue un dic–
tador absoluto incapaz de crear un orden político legítimo y estable.
Un gobierno apoyado en la fuerza de las bayonetas puede dar la ima–
gen de estabilidad -aunque nunca de legitimidad- pero no es es–
table. En segundo lugar, en la lucha contra la subversión, Batista come–
tió el gigantesco error de responder a la guerrilla con
el
contraterror.
Esa fue su estrategia. Como
10
ha dicho Edward Gude, un profesor nor–
teamericano que ha estudiado el período, entre 1956
y
1958 cerca de
20.000 civiles fueron torturados o asesinados por el gobierno
y
toda
persona
a
la que se suponía culpable de deslealtad al régimen estaba su–
jeta a la amen,aza de arresto, tortura e incluso muerte. La guerra de Ba–
tista contra la subversión no admitió restricciones legales ni morales de
ninguna especie. El resultado lo conocemos. El empleo generalizado de
la tortura, principalmente, le enajenó el grueso de la población
y
lo de–
rrotó políticamente. Después de la derrota política, el fracaso militar
vino por añadidura.
A.
diferencia de Batista, .Rómulo Betancourt, Presidente de Vene.
zuela,. enfrentó en los primeros años de la década del 60 una insu–
rrección militarmente mucho más fuerte. El número de
hombresl1tr~
mados en la insurrección venezolana .de esos años era de entre 3.000,
según lD.s.datos.; más conservadores, hasta .. 7.000, cifra esta última que
me parece excesiva. Recordemos, además, .que, la insurrecci6n 'era
de
1...,46,47,48,49,50,51,52,53,54,55 57,58,59,60,61,62,63,64,65,66,...241
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